Arte: las mil caras de lo siniestro

Un globo terráqueo de metal al rojo vivo. Planisferios de papel que parecen hundirse debido al creciente calor en el planeta, o que corroen como el moho una alfombra oriental. Mapas de bolitas de vidrio que amenazan con dispersarse y hacernos caer si damos un paso en falso. O de mostacillas incrustadas en jabones, con la esperanza de que se disuelvan algún día esas fronteras "ridículas". Así se refiere a ellas Mona Hatoum, la artista británico-palestina que presentará mañana en Fundación Proa algunas de estas célebres cartografías y otras instalaciones en las que aborda con gran sutileza temas ásperos como el exilio, el poder, la inestabilidad, el peligro y lo siniestro.

De familia palestina exiliada a Beirut, donde nació en 1952, se vio obligada a radicarse en Londres; allí estudiaba cuando estalló la guerra civil en el Líbano. Días atrás, mientras montaba en La Boca las obras que expuso durante el verano en la Pinacoteca de San Pablo, aclaró a adncultura: "Mi trabajo no habla sobre temas políticos ni sobre conflictos específicos en algún lugar del mundo. Es más abstracto, universal".

—En Fundación Proa, la instalación Ventana disuelve el límite entre el interior y el exterior del edificio, al proyectar en la sala lo que ocurre en la calle. ¿Qué significan para usted los límites y las fronteras? ¿Por qué los mapas son una constante en su trabajo?

—Debido a mi historia, soy consciente de las fronteras. La vida de mi familia fue delineada por los límites cambiantes en su tierra natal. La primera obra que hice con un mapa fue Tiempo presente, que se exhibe en esta muestra. En 1996, en Jerusalén encontré el mapa del acuerdo de Oslo realizado hacía tres años entre israelíes y palestinos, que diseccionaba el área en forma infinita, sin continuidad ni integridad territorial, para dividirla y controlarla. Dibujé los contornos de los territorios que se iban a devolver a los palestinos con mostacillas de vidrio rojas incrustadas en más de 2000 jabones de oliva de la zona. Usé jabón por su naturaleza temporaria, con la esperanza de que algún día se disuelvan esas fronteras ridículas. Desde entonces, los mapas se convirtieron en un tema recurrente en mi trabajo. Los mapas dan la ilusión de un espacio estable y mensurable; yo hago mapas que hablan sobre espacios precarios, límites inestables y una geografía tambaleante. Todas estas ideas están expresadas a través de la materialidad del trabajo.

—¿Por qué la materialidad es tan importante en sus obras...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR