Art Basel en Buenos Aires: una semana de estrellas y lápidas en cinco barrios

Con el inefable Maurizio Cattelan, que llamó la atención con sus tumbas imaginarias, empezaron las actividades con varios circuitos; anoche, hubo fiesta en el Planetario

Bajo los silos intervenidos por la artista Barbara Kruger, un poderoso llamado feminista escrito en celeste y blanco, comenzó ayer la Semana Art Basel Cities: Buenos Aires en la Plaza Reina de Holanda, con discursos de rigor y un desayuno al aire libre. El clima de primavera acompañará estos días de arte en las calles, inauguraciones en museos, fiestas en las plazas y galerías de puertas abiertas. Del 6 al 12 de septiembre en cinco barrios de la ciudad, La Boca, Costanera Sur, Puerto Madero, Recoleta y Palermo, el arte sale al encuentro del visitante, con más de 85 activaciones, 12 charlas y clases magistrales, y 30 encuentros de trabajo en red entre la escena artística local y una delegación internacional de más de 100 personas que visitan Buenos Aires especialmente para la fecha.

Los más de dos millones de dólares que le costó a la Ciudad tener el sello Art Basel tienen que ver con eso: inscribir al sistema local en la agenda global del arte, ya movilizada hacia el Cono Sur por la Bienal de San Pablo. "Muchas ciudades estaban celosas y nos preguntaban por qué elegimos Buenos Aires; ‘Buenos Aires nos eligió a nosotros’, les respondí", dijo Marc Spiegler, director global de Art Basel. Propiedad, Igualdad, Empatía, Independencia… ¿Quién posee qué?, preguntaba en tamaño monumental el mural de Kruger de fondo. "El espacio público es de todos", dijo la curadora de Rayuela , Cecilia Alemani, autora de este recorrido de 18 intervenciones urbanas grandilocuentes. Esa es la idea.

Un primer tour para invitados especiales (galeristas, artistas y prensa, mayormente) llevó a recorrer tres puntos de ese mapa: el Museo de la Cárcova, donde exponen Santiago De Paoli, Mariela Scafati y Narcisa Hirsch; ex-Cervecería Munich, para ver a Pia Camil y Vivian Suter, y terminó en el Faena Arts Center, donde hubo performances de Naama Tsabar.

La obra del artista Gabriel Chaile tiene nombre propio: "Diego (Retrato de Diego Núñez)" y es un horno de barro que funcionará para dar de comer a vecinos de La Boca

Claro que muchos estaban impacientes por ver la obra del artista Maurizio Cattelan (o cruzarse con él) en Palermo. Por la mañana, el archifamoso artista italiano estuvo en el montaje de Eternity , su cementerio para vivos creado a partir de las 200 lápidas que hicieron artistas locales. Faltó la...

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