Por arriba, la fórmula de Boca para subir

Se lo llevó de arriba el triunfo Boca. No sólo por los dos estupendos cabezazos de Viatri, poco menos que coreográfico en la manera de arquear el cuerpo y colocar la pelota de emboquillada hacia el lado opuesto del que venía el centro, como aconsejaba Carlos Bianchi. También se lo llevó de arriba en el sentido figurado, porque tuvo mucho de recompensa exagerada, de desproporción entre sus escasos méritos futbolísticos y los valiosos tres puntos que consiguió.Boca se acostumbró en los últimos tiempos a pelear por cosas importantes, a llegar a la definición de más de una competencia, sin que ello redundase en un ambiente relajado y positivo. De fondo, siempre se oía algún cuestionamiento, cierto malestar, se murmuraban desavenencias internas. Esta semana fue infrecuente para Boca porque quedó prematuramente al margen de la Copa Sudamericana. La eliminación lo enfrentó con una realidad que no tenía prevista a esta altura del año: un plantel numeroso, abundante, para afrontar un solo torneo. Veintiocho futbolistas, de los cuales sólo va a utilizar entre 11 y 14 una vez a la semana. Para un director técnico que soportó más de un foco de resistencia dentro del grupo, el desafío de tener a todos conformes se intuye mayúsculo. La sensibilidad y la diplomacia en la administración de egos no están entre los principales atributos de Falcioni. Hay mucho de politiqueo en las decisiones de Falcioni, para quien hay indiscutidos, más allá del rendimiento, y relegados a esperar eternamente alguna oportunidad.Lo que a futuro asoma como un tema de dificultosa gestión (un numeroso plantel para un solo torneo), ayer le solucionó el problema del flojísimo partido que disputó. Porque la victoria no se sustentó en el equipo ni en el funcionamiento ni en un parejo trabajo colectivo. Los tres puntos fueron consecuencia directa de los destellos y capacidad de algunas de sus individualidades. En primer lugar, obviamente, aparece Viatri, cuya riqueza técnica le permite independizarse y valerse por sí mismo a pesar de que está muy lejos de complementarse en una dupla ofensiva con Silva. No se encuentran porque ni siquiera se buscan. Sólo una vez el uruguayo intentó asociarse con Viatri y fue a esperar la devolución de un pase que nunca le llegó. No hay conexión y encima los dos reclaman el mismo espacio para moverse. En la calidad de Viatri para definir de cabeza se explica gran parte del triunfo. Empezó un tanto distraído -cayó dos veces en off-side-, aunque no menos que el resto del...

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