Un arranque de año en el que los números le sonríen a Boca

Con el sueño y la convicción de volver a ser un equipo confiable, el recorrido de Boca comenzó este año con el objetivo de mejorar en varios aspectos: los que tienen que ver con los nombres, con los planteos y especialmente con los números. A finales del año pasado, la aventura de reconstrucción conducida por Rodolfo Arruabarrena daba su campanazo de largada. Como en cada receso, el suspenso por los posibles refuerzos hablaba tanto de cantidad como de la búsqueda de jerarquía. Un segmento con nombres propios que apuntarían a mejorar la vida del conjunto xeneize. Puede decirse que lo vivido hasta ahora desde que comenzó la competencia oficial fue positivo en los resultados, lo cual se traslada a las demás estadísticas del equipo.

Después de una pretemporada de búsqueda que le concedió tiempo para correcciones y a la vez limitaba el margen para las dudas, la imagen de primera mano es que Boca es otro. Que mostró progresos en los ítems en los que antes era menos confiable y que en lo que va del año ratificó algunos puntos repetidos. Ya acumula 11 partidos sin perder en competencias oficiales. Y aunque venía de un quedo ante Colón (por el torneo local) en la racha de triunfos, resulta oportuno desmenuzar por algunos aspectos estadísticos del equipo dirigido por Arruabarrena.

En la gran noche de eficacia demostrada ante Zamora, Boca eliminó la sensación de que hacía pocos goles. La goleada por 5-0 no hace más que elevar el numero de tantos oficiales a 17 (1 por el repechaje, 9 por la zona de grupos y 7 por el Torneo de Primera División). Y sólo le marcaron tres goles, todos a Agustín Orion.

Los nombres del gol

La nómina de jugadores de Boca que anotaron demuestra variedad y rotación a la hora de los festejos. En lo que va del año convirtieron Gago, Calleri, Osvaldo, Burrito Martínez, Meli, Komar, Palacios, Colazo, Lodeiro, Carrizo y Chávez. Todo en el marco de un equipo que ataca con un punta bien definido, pero que refuerza la ofensiva con la llegada con muchos volantes.

Este equipo cambió la fisonomía. Se defiende mejor y tiene variantes de llegada. Hasta no hace mucho, la oscilante marcha del equipo de Arruabarrena dejaba secuelas. Hoy son otras realidades y otras estadísticas. Otros rostros... más felices, también. Una suma de información positiva, para tener en cuenta de cara a lo que resta de la Copa Libertadores.

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