Los arqueros, en una noche que pronto querrán olvidar

MENDOZA (De un enviado especial).- Podía sonar completamente descabellado si alguien lo hubiese anticipado a modo de pesentimeinto antes del partido. ¿Quién iba a pensar que justamente ellos podían fallar y más todavía, de un modo tan básico, tan propio de un jugador novato? La experiencia y el buen momento que venían atravesando los dos no habrían dado lugar a la menor especulación. Pero como en el fútbol todo es factible, Agustín Orion y Marcelo Barovero cometieron fallas inesperadas en el primer tiempo, que derivaron en los goles de esa etapa.Ambos, entre los preferidos de la gente cuando se habla de posibles custodios del arco del seleccionado y figuras salientes en sus equipos en el último año a pesar de que las campañas de uno y otro no dejaron mucho para la celebración, fueron involuntarios protagonistas del 1-1 con el que se fueron Boca y River a los vestuarios al cabo de los primeros 45 minutos.Orion tuvo una acertada decisión cuando optó por salir a buscar la pelota en el tiro libre que ejecutó Leo Ponzio a los 10 minutos. No obstante, después quedó en evidencia que lo hizo a destiempo y eso fue capitalizado por Mercado para impactar la pelota de cabeza al fondo del arco. Inusual falla de quien ayer regresó al arco xeneize luego de que el mismo fuera ocupado provisionalmente por Emanuel Trípodi.Pero las sorpresas en uno de los puntos fuertes de Boca tuvieron su inmediato correlato en la valla de enfrente. Porque Barovero, otro hombre poco propenso a las acciones dubitativas o a sufrir goles tontos, equilibró las cosas sobre los 26 minutos. Fue cuando en su desesperación por empujar al conjunto de la Ribera hacia adelante, Cata Díaz sacó un disparo violento desde fuera del área, que en principio no debía traer consecuencias para la experiencia de Trapito. Pero el tiro, que picó antes de llegar a las manos del arquero, encontró dubitativo a éste, que no pudo retenerlo y terminó en la red ante la sorpresa de propios y extraños. Dos jugadas, dos situaciones en principio favorables para dos de los número 1 que gozan de más prestigio en el fútbol local y un denominador común: un error y un gol.No es que la situación sea alarmante, porque nadie está libre de una mala noche y esas fallas los acercan más al resto de los arqueros terrenales del país. Pero más allá de esas jugadas puntuales y determinantes, los arqueros volvieron a mostrar, cuanto menos, un error importante cada uno: a los 34, Barovero salió mal en un córner ejecutado por Juan Sánchez Miño...