Ni el petróleo ni las armas: el nuevo botín de guerra es el agua

PARÍS.– En su meteórico avance hacia Bagdad, en Irak y el Levante (EIIL) consiguieron adueñarse de un arma poderosa, mucho más necesaria que el petróleo, los tanques y los fusiles: el agua.Desde el 12 de junio, los islamistas radicales de Abu Bakr al-Baghdadi han ido tomando control de la mayoría de las obras hidráulicas construidas a lo largo del Tigris, como represas eléctricas y vastos embalses al norte de Mosul y Tikrit. Pocas semanas antes habían hecho lo mismo al entrar en Fallujah, situada a la vera del Éufrates. Hoy, el EIIL controla centenares de miles de metros cúbicos del llamado "oro azul" en Irak.En ese mismo momento, los habitantes de Sanaa salían masivamente a la calle a manifestar contra los cortes de agua. No sólo el abastecimiento de la capital de Yemen es víctima de los sabotajes perpetrados en el norte del país por grupos extremistas, sino que se convirtió en una de las ciudades más pobres en el preciado líquido, con menos de 120 metros cúbicos por habitante por año, diez veces menos que el promedio mundial. El acuífero del cual se alimenta podría desaparecer antes de 2025.Es verdad, la inminencia de las Pero nadie niega su papel en la exacerbación de los conflictos, tanto entre países vecinos como dentro de las fronteras de una nación. Los terroristas parecen haber comprendido mejor que nadie el significado estratégico de ese recurso.Según un estudio de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en 50 años, el agua podría convertirse en un bien más valioso que el petróleo. En la actualidad, 700 millones de personas en 43 países padecen alguna forma de penuria. Esa cifra podría alcanzar los 3000 millones, debido al calentamiento del planeta y el crecimiento demográfico.Guerra o no, un país que carece de agua no puede alimentar a su población ni desarrollarse. Tanto es así que el consumo de agua por habitante es considerado en la actualidad un indicador del desarrollo económico de un país.La situación no es reciente. Ya en 1503, Leonardo Da Vinci conspiraba con Maquiavelo para desviar el curso del Arno a fin de alejarlo de Pisa, ciudad con la cual Florencia, su tierra natal, estaba en guerra. Investigadores norteamericanos demostraron que, desde la Edad Media, los desórdenes sociales en África oriental coincidían con períodos de sequía. En las sociedades asiáticas, el agua siempre fue un instrumento de poder...

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