Argentinos obtuvo fuerzas para luchar

De la mano de Leonardo Pisculichi, el hijo pródigo que volvió para darle una mano al club de sus amores, Argentinos venció 2 a 0 a un mezquino y cansado Arsenal y recuperó fuerzas para seguir luchando por no descender.

El Bicho, que cortó una racha de tres partidos sin victorias, obtuvo un merecido premio ante un Arsenal que se plantó con un 4-4-2 muy rígido, apeló mucho al roce y pateó muy poco al arco contrario.

Argentinos, si bien no fue una maravilla, estuvo correcto en la faz defensiva, bloqueando la salida del visitante por las bandas e intentando siempre algo más en ataque. Obligado por las circunstancias, ya que se encuentra entre los tres equipos que hoy perderían la categoría, jugó en consecuencia y se puso el partido al hombro, apelando a su histórico juego de circulación de pelota al ras del piso, pero sin ser punzante en los últimos metros.

Ninguno de los dos se sacaba ventajas y parecía que el encuentro sería uno de esos que terminan aburriendo y llegan al pitazo final sin goles que gritar, pero a los 43 minutos, Leonardo Pisculichi capturó una pelota en su propio campo y comandó un contraataque que terminaría finalizándolo él mismo: tras la apertura de Sergio...