La Argentina mira con preocupación la guerra de divisas

SEUL.- Atada a su propia agenda de prioridades, la delegación argentina en la cumbre del G-20 intentó mostrarse ajena al conflicto que tiene en vilo al mundo económico: la guerra de monedas. Pero el tema preocupa a la presidenta Cristina Kirchner, que ayer aterrizó en Corea.De manera oficial, el Gobierno informó que no presentará una propuesta propia en esa discusión. Incluso el canciller Héctor Timerman dijo a la prensa que no sabía cuál sería la posición oficial en el debate.Sin embargo, documentos reservados del Gobierno a los que accedió La Nacion admiten la preocupación por la reciente decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de inyectar 600.000 millones de dólares en su mercado para potenciar sus ventas al exterior y mejorar la competitividad, sobre todo respecto de China."Algún impacto tendremos en la economía, sea por precios, presión importadora, reducción de financiamiento y de inversión", dice ese documento interno. E instruye a sus funcionarios con un mensaje claro: "Seguiremos observando los acontecimientos para evaluar qué medidas ir adoptando". La guerra de divisas podría incidir en la Argentina sobre el tipo de cambio, un arma que usa el gobierno kirchnerista para sostener las exportaciones. Un dólar debilitado, en ese contexto, podría agravar aún más las presiones inflacionarias.La agenda oficial de Cristina Kirchner incluirá sobre todo el reclamo por el avance en la reforma financiera, el cambio en la representación de países en organismos internacionales (el Fondo Monetario y el Banco Mundial), y el incremento de los controles a los paraísos fiscales y a las...