¿La Argentina adopta el Manifiesto Comunista?

Karl Marx: Foto de John Jabez Edwin Mayal - International Institute of Social History,

Resulta por lo menos llamativo que en nombre de la sociedad libre se adopten las recomendaciones del espíritu totalitario. En este sentido es de interés repasar los diez puntos que Marx y Engels aconsejaron aplicar en 1848 al efecto de hacer estallar al capitalismo, en cuyo contexto escriben en el documento de marras que "pueden sin duda los comunistas resumir toda su teoría en esta sola expresión: abolición de la propiedad privada".

Veamos los diez puntos. Primero, reformas agrarias de diversa naturaleza al efecto de que el aparato estatal se establezca como árbitro de su uso y disposición ("apropiación nacional de la tierra y aplicación de la renta a las necesidades del Estado", reza este primer punto). Como es sabido hay solo dos maneras de decidir acerca del empleo de la tierra, vía el proceso de mercado, en el que se asigna ese recurso fundamental en concordancia con lo que reclaman los consumidores, o a través de la imposición del gobierno basada en criterios políticos. El propietario que decide inexplotar lo que debiera explotar o explotar aquello que no es rentable tiene sus días contados como empresario rural. Las mal llamadas retenciones son una confiscación al campo, mal llamadas puesto que una retención indica un monto que será circunstancialmente retenido y luego devuelto, lo cual no ocurre, por tanto se trata de un impuesto más que, entre otras cosas, vulnera el principio de la igualdad ante la ley.

Segundo, "un gran impuesto progresivo". En materia fiscal hay dos formas de gravar : la proporcionalidad y la progresividad. Lo primero significa que todos se hacen cargo de la misma tasa o alícuota y, desde luego, el que manifiesta mayor capacidad de pago abona más en valores absolutos que el de menor capacidad de pago. Sin embargo, la progresividad se traduce en que la tasa o alícuota crece a medida que crece el objeto imponible. Esto se traduce en cuatro efectos centrales: primero, obstaculiza la necesaria movilidad social, puesto que a los que vienen ascendiendo en la pirámide patrimonial se los castiga más que proporcionalmente, lo cual no permite que los que están en el vértice y no sirven a los intereses de su prójimo bajen con la rapidez necesaria y, como queda dicho, los que vienen ascendiendo desde la base suban con la rapidez necesaria. El impuesto progresivo también altera las posiciones patrimoniales relativas, es decir, el...

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