Si hubiera árbitros en Marte...

Se acabaron el misterio y las operaciones subterráneas entre dirigentes: después del lobby, las llamadas y de todo lo que se despotricó contra Germán Delfino, Darío Herrera dirigirá el decisivo Boca-River, por la Copa Libertadores. En una Bombonera con colmillos afilados se les prestará tanta atención al juego en sí mismo como al trabajo de un árbitro condicionado desde el jueves pasado por los muchos golpes de River, unos pocos de Boca, las repeticiones de la TV y lo permisivo de Delfino.

Las discusiones fueron tan afiebradas que hasta se llegó a sugerir la posibilidad de un referí extranjero para la revancha. A lo lejos se alcanzó a escuchar el nombre del chileno Enrique Osses. ¿Lo habrán pensado en serio? Increíble. Otros le daban buenas posibilidades al mundialista Néstor Pitana, pero el mal recuerdo en La Boca terminó por derrumbarlas: el córner que no fue, el gol de la victoria de River en el 2-1 y la definición que inmortalizó Carlos Bianchi el año pasado: "Sin el Pitanazo, no perdíamos".

La Conmebol se la jugó con Herrera, de 30 años, que debutará...