Apunten flechas contra Aranguren

Macri fue irónico con su gobernador aliado. Estaba frente a sus incondicionales de siempre, en una de esas reuniones de coordinación de las que suelen participar Marcos Peña, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y ministros invitados según la ocasión, y se explayó sobre declaraciones que acababa de hacer Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza, durante un almuerzo en el Rotary Club de Buenos Aires. "Aranguren le ha hecho meter la pata a este gobierno", había dicho Cornejo dentro de una serie de cuestionamientos que fueron desde la política tarifaria hasta el lugar que el ministro de Energía eligió para sus ahorros, fuera del país. Macri se molestó entonces por lo que supone una contradicción del gobernador: por un lado administra su provincia con un criterio cuidadoso de las cuentas, planteó, pero por otro le pide al gobierno nacional que haga "kirchnerismo" con las tarifas.

El Presidente estaba librando en realidad dos peleas al mismo tiempo. La más elemental es política y viene creciendo: además de gobernador de Mendoza, Cornejo es presidente de la UCR, una fuerza desde donde han salido últimamente objeciones hacia la otra parte de Cambiemos, el macrismo, en algunos casos más de fondo que de forma. Hace dos semanas, por ejemplo, Ricardo Alfonsín rechazó en Comodoro Rivadavia los proyectos mineros de la Casa Rosada y reclamó más diálogo con el Pro. "Los radicales están queriendo recuperar posiciones", razonaron ante LA NACION cerca de Macri.

El otro contrapunto es económico o conceptual: la velocidad que el Gobierno le ha dado a la administración. Aranguren encabeza el área menos gradualista del gradualismo de Macri: los subsidios que se propuso reducir, que representaban un 90% de las facturas de electricidad y un 80% de las de gas del área metropolitana en diciembre de 2015, están ahora en el 25% de ambos sectores y seguirán bajando de manera paulatina hasta llegar al 10% en 2019. Entonces solo quedarán para la Patagonia, cuyo plazo de liberación total del subsidio es 2023. Esta disminución de aportes del Tesoro en la energía ha sido vital para las cuentas fiscales: del 3,2% del PBI en que estaban con el kirchnerismo pasaron ahora al 1,3%. Si se suman el agua y el transporte, área en la que el gobierno ha decidido ir más despacio porque están involucrados los usuarios de trenes, que son los más pobres, la baja fue del 4,5% al 1,6% del producto. "¿Cómo no lo va a defender Macri, si Aranguren es el que más...

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