Apuesta riesgosa para tratar de frenar la crisis económica

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Habrá que reconocerle a Sergio Massa tanto coraje para ofrecerse en plena crisis económica a conducir el ministerio más difícil de gestionar, como ambición política para plantear una audaz y riesgosa apuesta a todo o nada. Si tuviera éxito, sería el más probable candidato presidencial del Frente de Todos en las elecciones de 2023 . Si no, su zigzagueante carrera quedaría sepultada por una hipoteca económica-social mucho más pesada que la actual y no podrá ser levantada por el oficialismo .

A favor de Massa juegan su pragmático oportunismo político combinado con la urgente necesidad de revertir la parálisis del gobierno de Alberto Fernández, debilitado por su propia arquitecta con continuas presiones explícitas o implícitas. Si el silencio de Cristina Kirchner implica un tácito aval -atado a resultados- a su desembarco como ministro de Economía, es porque no tenía otras opciones para tratar de frenar la doble crisis política y económica , agravada por la auto-infligida corrida cambiaria de julio. De ahí que haya aceptado esta "recomposición accionaria" dentro del fracturado FDT a favor de su socio minoritario inicial, con el vertiginoso pero selectivo reparto de cargos del último jueves y sin que nadie se hiciera responsable del fenomenal desperdicio de tiempo y deterioro socioeconómico de los últimos meses. Incluso, hay quienes sostienen que CFK se está resignando a refugiarse el año próximo en su bastión del conurbano bonaerense para renovar su banca de senadora, mantener sus fueros y parte de su menguada base electoral. La oposición de Juntos por el Cambio debería festejar este dato, si no estuviera prematuramente enfrascada en sus propias internas por la candidatura presidencial. Sobre todo, cuando Massa y CFK fueron los impulsores de la estatización de las AFJP, que en 2009 expropió los ahorros jubilatorios de muchos argentinos para disponer las masivas moratorias previsionales sin aportes.

El massismo desplegó un visible marketing mediático para atribuirse la sostenida baja del dólar y el repunte de las acciones y bonos externos antes y después de su designación . Pero, en el mejor de los casos, esta favorable reacción de los mercados muestra hasta qué punto pesó la precariedad de la situación previa, con improvisaciones del oficialismo y dos ministros que dejaron de ocupar el cargo este mismo mes.

Si bien Massa aporta un volumen político propio, del que carecieron sus dos antecesores, el promocionado "superministerio" de Economía no...

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