Fue un destello y se apagó

NUEVA YORK (De un enviado especial).- A los 29 años, con varios achaques físicos, David Nalbandian ya no está para grandes trotes, pero sí para grandes toques. El tema es que el segundo recurso le alcanza para adornar un partido y regalar algunos instantes majestuosos, pero no es suficiente para vencer a un top-ten. Y menos para doblegar a un granítico Rafael Nadal (2» cabeza de serie). Para eso se requieren, además de su innegable talento, consistencia, regularidad, resistencia. El cordobés dice que está trabajando y entrenándose para conseguir todo ese bagaje, pero también es consciente de que el tiempo pasa y algunos sueños se alejan. "Cada Grand Slam que pasa se me complica más", expresó, en referencia a su histórico objetivo de obtener alguno de los cuatro principales torneos de la temporada. Está claro que este US Open no estaba hecho a su medida. Queda en pie su otra prioridad: "La Copa Davis la veo más cerca. Tenemos un gran equipo", comentó, sin entrar en detalles sobre la complejidad que entraña enfrentar en las semifinales al campeón Serbia, en Belgrado, dentro de menos de dos semanas.La lluvia pronosticada para ayer quedó en suspenso hasta la noche. Hubo sol radiante en el mediodía neoyorquino para despedir a Nalbandian de Flushing Meadows con una derrota por 7-6 (7-5), 6-1 y 7-5, en dos horas y 39 minutos. Más allá de que cada encuentro es una historia diferente, el de ayer pasa a engrosar una realidad que se repite para el cordobés: perdió los últimos nueve cotejos que disputó contra alguien que está dentro de los 10 primeros puestos del ranking. Hace más de un año que no supera a un top-ten, desde Toronto 2010, ante Robin Soderling, que por entonces estaba quinto. Llegó al cemento del complejo Billie Jean King sin ser cabeza de serie por primera vez en 10 años. Todo un síntoma.Como ocurre desde hace tiempo, de cada partido de Nalbandian interesa tanto el resultado como su respuesta física. Sus últimos dos años fueron un calvario: operación de una de las caderas, un desgarro, una hernia, una lesión en el aductor derecho. No completó una temporada desde que, en 2009, entró en el quirófano. Desde hace un par de meses se lo ve con una figura mucho más delgada y estilizada. "Me molestó un poco el aductor en algún momento, pero fue mínimo. Se me pasaba, volvía. No fue nada...

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