El año que promete ser récord

E l billete de mayor denominación que circula en la Argentina por ahora alcanza para comprar una entrada de cine 2D en cualquier complejo multipantalla y recibir un modesto vuelto. Una persona que se acerque esta tarde a la boletería para ver alguno de los estrenos con nominaciones al Oscar (El código Enigma, La teoría del todo o En el bosque) tendrá que pagar 90 pesos.

En cambio, si el plan consiste en pasar dos horas viendo El destino de Júpiter, de los hermanos Wachowski, o un ratito menos con los chicos junto a las flamantes aventuras cinematográficas de Bob Esponja, ese vuelto no corre. Cada entrada para una sala 3D cuesta hoy en la Argentina 100 pesos redondos. Y en algún caso hay que agregar algún billete más, como en el del complejo Village Caballito, donde el mismo ticket tiene un valor de 110 pesos.

Una salida familiar al cine a partir de estos números puede destrozar en los tiempos que corren cualquier presupuesto. A priori parecería mejor pensarlo dos veces antes de gastar semejante suma. Sin embargo, los últimos datos conocidos de la concurrencia a los cines en la Argentina determinan lo contrario. En enero de 2015 se vendieron 4.385.000 entradas, una cifra récord que superó todos los números conocidos correspondientes al mismo mes en los últimos 17 años, lapso en el que se dispone de estadísticas seguras, rigurosas y confiables.

¿Cómo se explica esta aparente contradicción? ¿Será acaso que el público argentino presenta en masa una patología de comportamientos sadomasoquistas superior en todo terreno al que exhibe en el ámbito íntimo el protagonista de la inminente Cincuenta sombras de Grey?

La respuesta es mucho más sencilla y lógica. Como lo acaba de indicar el análisis de la taquilla de enero publicado en el sitio cinesargentinos.com, el precio promedio de una entrada de cine en todo el país durante ese período es de 52,84 pesos. Es casi la mitad del valor estándar de una entrada de cine 3D para un complejo multipantalla en el día y el horario de mayor demanda en toda la semana: el domingo a la tardecita. Pero sabemos desde hace un buen tiempo que ese importe no es el que prevalece hoy en la lógica de las boleterías, sino un esquema bastante amplio, múltiple y diversificado que se basa en toda clase de promociones, estímulos, bonificaciones y descuentos.

Por eso, como señala cinesargentinos.com, es posible encontrarnos en un contexto económico que no ofrece demasiados motivos para el regocijo, un enero con 238 millones de...

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