En Angola, Moreno acaparó el protagonismo

LUANDA, Angola.? En el primer día de Cristina Kirchner en este país, el gran protagonista fue http://www.lanacion.com.ar/1473548-ya-esta-en-angola-el-arca-de-moreno Mientras que la Presidenta se refugió en el piso 19 del hotel Epic Sana, el funcionario activó a la tropa de 300 empresarios para que montaran en tiempo récord la exposición de productos argentinos que se inaugurará hoy, un día después de lo previsto.Moreno aterrizó en plena madrugada y, sin dormir, les pidió a los hombres de negocios ir a preparar la muestra. Arrastrando el cansancio, los empresarios se subieron a diez ómnibus rumbo a la http://www.lanacion.com.ar/1469408-un-secretario-suelto-en-angola-el-informe-especial-de-lanata-sobre-guillermo-moreno de Luanda (FIL). La orden era dejar todo listo para la visita que hará la Presidenta hoy. No había más margen.Algún remolón cayó vencido por el sueño y fue después de un descanso necesario tras las ocho horas y medias de http://www.lanacion.com.ar/1454294-durante-el-viaje-a-angola-moreno-arengo-a-los-empresarios-en-el-avion-y-les-regalo-globos . Eso sí, al caer la tarde el secretario de Comercio Interior supervisó uno por uno los stands del predio de la FIL.Moreno puso cara de piedra cuando los cronistas de LA NACION y Clarín lo consultaron sobre la exposición. Respondió con evasivas y silencios. Diferente fue cuando un minuto después lo entrevistó la agencia de noticias estatal Télam. Conversó distendido y sonriente.Moreno logró que el empresario Carlos Spadone, que supo ser un ícono del menemismo, se convirtiera en uno de los referentes de los hombres de negocios del kirchnerismo. Spadone defendió ayer a capa y espada la aventura angoleña mientras montaba su stand de vinos, elaborados en la recóndita Anillaco. Lo ayudaban tres jóvenes angoleños que le cobraban "carísimo" por trasladar la mercadería de un contenedor, que estaba a 15 metros, al puesto de exhibición. Todos sudaban a mares porque el aire acondicionado del pabellón no funcionaba.El cotillónSpadone fue uno de los pocos empresarios que viajó en business del Jumbo. Además, es el único que se alojó en el hotel de la Presidenta. Ni siquiera Moreno tuvo esos privilegios. En el avión, el funcionario se sentó en la fila 59, casi al fondo, rodeado de gente que le celebraba los chistes. Repartió globos con la leyenda "Clarín miente" y bijouterie kirchnerista, como prendedores con las iniciales...

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