Amorim, el ejemplo que Timerman debería imitar

Las comparaciones resultan odiosas y polémicas tanto en el plano personal como en el político o histórico. Pero a veces vale la pena hacer pequeñas excepciones a la regla. Este es el caso del canciller Héctor Timerman , quien debería aprender (y mucho) del actual ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim.

Este funcionario de Dilma Rousseff , que también fue canciller de Lula Da Silva y de Itamar Franco, resulta ser lo opuesto al canciller argentino. Si la mesura y la cordialidad son características propias de Amorim, no son esas precisamente las virtudes que rodean a Timerman. No hace falta detenerse demasiado en la figura del canciller argentino sino de reflotar la figura del diplomático brasileño como ejemplo de un país que construyó su política exterior como una política de Estado que permanece en el tiempo más allá de los cambios de gobierno.

Amorim es un actor central en la política exterior de Brasil de los últimos 15 años. Se lo caracteriza como un "negociador refinado" y un hombre de diálogo

Amorim arribó ayer a Buenos Aires para presentar su libro Breves narrativas diplomáticas. Allí reúne las anotaciones que el actual ministro de Defensa hizo sobre los hechos y procesos más relevantes de la política exterior del presidente Lula, donde participó activamente.

En la presentación del libro hubo figuras de todo el arco político que se acercaron para saludarlo. Se destacaban el ex canciller Jorge Taiana ; el ministro de Defensa Agustín Rossi ; Aldo Ferrer, García Moritán y Nicolás Trota, entre otros. Aunque también hubo referentes de la oposición, lo que habla de la figura plural y dialoguista que encarna Amorim.

En la selección de textos que se reúnen en Breves narrativas diplomáticas, Amorim plantea en primera persona temas espinosos como la posición de Brasil frente a la invasión estadounidense de Irak en 2003; las negociaciones sobre el ALCA y la posición común de Venezuela y el Mercosur durante la Cumbre de Mar del Plata en 2005; la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC); la integración sudamericana; el nacimiento de la Unasur; las relaciones con Néstor y Cristina Kirchner ; la nueva política exterior brasileña, sus vínculos con los BRICS y con África.

Amorim logró que Lula establezca una relación madura y no beligerante con Washington. Así se ganó el respeto de Estados Unidos

"Brasil tiene una política exterior activa en la que Sudamérica es clave y busca ser capaz de reaccionar a una agenda internacional...

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