Ambientalistas al ataque de las obras de arte. ¿Qué opinan artistas, críticos e intelectuales argentinos?

Los artistas Marta Minujín y Yuyo Noé, y el director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat

Mientras continúan los ataques de jóvenes ambientalistas a obras de arte exhibidas en museos europeos en reclamo de medidas de los gobiernos y las empresas para frenar los efectos indeseados del cambio climático, varios artistas, críticos e intelectuales de la Argentina comienzan a expresarse al respecto. No es improbable que este activismo ambiental (financiado por organizaciones primermundistas) se propague en instituciones artísticas de otros continentes.

En la seguidilla de acciones, y gracias a la viralización en redes sociales y la prensa mundial, los ambientalistas radicalizados plantean una opción: el arte o la vida. Pero ¿por qué no ambos?

Dos manifestantes de Just Stop Oil arrojaron sopa enlatada a "Los girasoles" de Vincent Van Gogh en la National Gallery de Londres el 14 de octubre

La "vandalización" de los activistas -las comillas son oportunas porque (hasta ahora) las obras de arte no han sido dañadas- se asemeja a una performance que toma elementos de la historia del arte, como cuando las dos adolescentes integrantes de Just Stop Oil arrojaron sopa enlatada sobre una pintura de Vincent van Gogh, en la National Gallery de Londres, en clara alusión a las obras en serie de Andy Warhol de las latas de sopa Campbell. En cambio, el reciente atentado de los activistas finlandeses de la agrupación Última Generación, que arrojaron un líquido negro que simbolizaba el petróleo a una obra de Gustav Klimt, en el Leopold Museum de Viena, tiene más afinidad con el expresionismo de un Jackson Pollock.

En diálogo con LA NACION, artistas, teóricos, críticos y periodistas especializados se manifestaron sobre los activistas ecológicos que utilizan el arte para reclamar mejores condiciones de vida en el planeta.

Luis Felipe "Yuyo" Noé (artista)

"Una cosa es una causa justa y fundamental como la lucha a favor de la conservación del medio ambiente, y otra cosa son los medios para publicitarla. Eso de tirar comida sobre obras fundamentales para la historia del arte es una tontería sin sentido y contraproducente porque produce reacciones en contra".

Marta Minujín (artista)

"Me parece una locura, y es algo inútil, porque las cosas van a seguir igual. Y aparte no sé por qué se les ocurrió atacar las obras; mejor que se la agarren con los monumentos nacionales, pero no con el arte. No me gusta nada, ni me parece interesante".

"Naturaleza y cultura son anverso y reverso de un mismo imperativo, el de la preservación de todas las formas de la vida", reflexiona José Emilio Burucúa

José Emilio Burucúa (historiador del arte)

"Es difícil explicar una acción tan absurda. A menos que se haga a sabiendas de que no tiene efectos destructivos. Pero tal cosa no es segura...

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