Ambicioso plan de Francia para salvar la industria del auto

PARIS.- La industria francesa del automóvil se encuentra en una encrucijada de vida o muerte. En un día simbólico para el sector, que estuvo dominado por la pérdida de 819 millones de euros sufrida por Peugeot en el primer semestre de este año, el gobierno socialista anunció un ambicioso plan destinado a modernizar el sector y prepararlo para los desafíos tecnológicos y ambientales del futuro.Consciente de los peligros que amenazan el porvenir de las grandes firmas francesas, el gobierno desbloqueó 600 millones de euros en ayuda directa y anunció que está dispuesto a subvencionar con 7000 euros la compra de cada vehículo eléctrico o híbrido.Pero esa promesa estará condicionada al mantenimiento de los actuales precios de venta y al compromiso de los industriales de mantener en el país los centros de investigación y desarrollo, y de "perennizar los sitios de producción". En sentido inverso, se penalizarán con una tasa de 100 a 400 euros los vehículos térmicos, según su nivel de emisiones de gas. También se abrirá una línea de créditos de 350 millones de euros para financiar "inversiones de futuro" y estimular a los constructores a innovar. El programa incluye una serie de ayudas a fabricantes de autopartes y distribuidores."Esas medidas son aplicables inmediatamente", declaró el ministro de Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg, después de presentar su programa al gabinete. Gracias a esas subvenciones, el Renault Zoe -totalmente eléctrico- costará a partir de ahora 13.400 euros, un precio comparable al del Clio y el Peugeot 208.A fin de estimular la producción de autos eléctricos, el gobierno lanzó un plan de 50 millones de euros para extender la red de estaciones de carga de baterías en 12 ciudades del país.La "estrategia de musculación" de la industria del automóvil anunciada por Montebourg prevé otros 600 millones de euros para responder a las necesidades de financiación de las pymes del sector, en su mayor parte fabricantes de autopartes.Ese plan traduce la inquietud que suscita la crisis que atraviesa ese sector de la industria francesa. En siete años, la producción cayó en casi el 40% al pasar de 3,2 millones de vehículos en 2004 a dos millones en 2011. Al mismo tiempo, el sector -incluyendo a contratistas- pasó de 496.000 a 382.000, lo que significó una pérdida de 115.000 empleos.Nuevas plantas francesas -de todas las marcas- son deficitarias. Las fábricas francesas actualmente están al 60% de su capacidad, según la consultora Alix Partners.Fue...

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