All Boys ganó en un final con escándalo

All Boys no merecía ese final. Le estaba ganando bien a Banfield por 2 a 1, confirmaba su fortaleza jugando en Floresta, donde hace ocho partidos que no pierde con siete victorias y un empate, y alcanzaba la línea de los 25 puntos, objetivo propuesto antes del inicio del Apertura y cuando restan todavía dos partidos por jugarse del torneo. El partido finalizó así, con victoria local, pero con un escándalo que no le hace bien al fútbol argentino. Uno más que deja al descubierto la falta de códigos entre los futbolistas. Si hubo un toque previo del delantero al volante sobre una de las últimas jugadas, eso no justificó el codazo que Barrientos le aplicó a Ramírez, el mismo que le produjo un corte profundo en el malar izquierdo.Ramírez, ensangrentado y muy nervioso, corrió a buscar a Barrientos y también a quejarse con el árbitro Lunati, a quien le mostraba las consecuencias de la agresión. Fue separado por los compañeros, mientras en otro costado se pechaban y se tiraban manotazos entre Chirola Romero y Eduardo Domínguez. No terminó ahí. Cuando Barrientos se dirigía al vestuario local, lo estaban esperando los jugadores de Banfield, con Falcioni a la cabeza, que lo increparon, pero no llegaron a la agresión porque intervino la gente de seguridad.Ramírez terminó...