Alimentos aptos, a la basura

Uno de los Objetivos del Milenio para 2015 era erradicar la pobreza extrema y el hambre. Huelga decir que no se ha cumplido en manera alguna. Este dato es corroborado por otro: en el mundo se pierden o van a la basura 1300 millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo. De poco han valido las campañas internacionales para modificar esa situación. En el caso de nuestra región, el 6% de las pérdidas señaladas se dan en América latina y el Caribe: aquí, mientras eso sucede, el hambre continúa afectando a casi el 8% de la población regional.Lo que más preocupa en los organismos internacionales es que mucho de lo que se desecha son productos con defectos muy leves (etiquetado, errores de peso, abolladuras en el caso de latas, tamaño irregular o fecha de vencimiento) que podrían ser perfectamente consumidos, pero son los que quedan de lado en la larga cadena que va de la producción al consumo. En proporción, de la producción total de cada alimento que se desperdicia en el mundo, las frutas y hortalizas ocupan el primer lugar, con un 45%.En la Argentina, el panorama no es mejor. Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), algunos porcentajes en las pérdidas son mayores que los promedios dados. En frutas y hortalizas, las pérdidas superan el 50%, y en cereales y pescados, llegan al 30%. En nuestro caso, son la falta de infraestructura de transporte, el desconocimiento en la implementación de nuevas tecnologías de aprovechamiento, y las enormes distancias entre zonas de producción y de comercialización algunos de los factores que están en la base del problema.Esta escandalosa realidad...

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