¡Alegría, alegría!

"Nos quedamos con la alegría. A ellos les dejamos el silencio."

(De Cristina Kirchner, sobre la marcha por la muerte de Nisman.)

Marta volvió de vacaciones después de 15 días. No se fue muy lejos, pero, donde estuvo, no tenía señal de celular ni televisor. Ni siquiera una radio. Quería descansar de todo, le escuchamos decir el 30 de enero mientras armaba un par de bolsos. No necesitaba demasiada ropa allí donde iba, pero sí unos cuantos libros.

Una, dos, tres cuadras, desde que partimos de la terminal de micros, le duró el estado zen. Como al pasar, pero evidenciando los efectos adversos de la altísima dosis de abstinencia de información que se había autoimpuesto, preguntó: "¿Qué tal?, ¿pasó algo en mi ausencia?"

Y el pobre Paco, que se había quedado en Buenos Aires muerto de calor y de envidia -se asustó de viajar cuando la Presidenta dijo que en la costa había que hacer cola hasta para mirar el sol-, le descargó sin compasión: "Anotá, Martita. Cuando vos te fuiste, hacía dos semanas que encontraron muerto a Nisman. A casi un mes, no se sabe cómo pasó. Capitanich hizo papel picado con unas páginas de Clarín y lo mandaron a pegarlas. Aníbal Fernández consiguió otro puesto en el Estado. Cristina cargó a los chinos por Twitter y les avisó a la Farrow y a Navratilova que les va a mandar una carta para explicarles lo que Fein todavía no sabe de la muerte del fiscal.

"Los compañeros de Nisman convocaron a una marcha de silencio para el miércoles. Bonadio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR