Alberto Fernández seguirá negociando para evitar el default de la deuda

En tránsito por un estrecho sendero que dirige al país hacia una nueva cesación de pagos dentro de los próximos 12 días, el presidente Alberto Fernández ratificó ayer que no quiere que la Argentina entre en default y habilitó una serie de negociaciones contra reloj con acreedores y fondos de inversión con títulos argentinos bajo legislación extranjera luego del cierre de una oferta inicial que habría tenido una muy baja aceptación del mercado."Nadie quiere caer en default. Tanto no queremos caer en default que hacemos una oferta para no caer en default", afirmó el Presidente ayer por la mañana antes del desayuno con su principal negociador y ministro de Economía, Martín Guzmán, que finalmente se convirtió en un hermético brunch hasta cerca de las 14.El Ministerio de Economía había dejado trascender que entrada la noche del viernes daría a conocer un comunicado con la adhesión al canje propuesto. A mitad de esa jornada, el propio Guzmán había aparecido dialogando con agencias internacionales, admitiendo que había tiempo para contrapropuestas y que su posición era "flexible". La información sobre cuántos bonistas aceptaron la oferta argentina tampoco se difundió ayer y todo se postergaba hasta mañana a las 9, el último deadline planteado oficialmente.No es una fecha caprichosa, sino la establecida en el prospecto presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, según sus siglas en inglés) para los anuncios oficiales de los resultados y posibles cambios en la oferta de la deuda.Lo cierto es que el mutismo y la opacidad en la información por parte del equipo de Guzmán les agregaron verosimilitud a los cálculos de aceptación que se hacían ayer en los comités de acreedores y bancos. Allí se hablaba de un porcentaje de entre 12% y 15%, lo que implicaría que, para evitar el default, se requeriría una nueva oferta oficial y rápido, antes del 22 de mayo, cuando se cumple el período de gracia abierto tras el no pago de los intereses de los bonos globales y podría caerse en default."Se sigue trabajando. Celulares cerrados. Todo continúa el lunes", se limitaron a decir cerca del discípulo de Joseph Stiglitz. En el Gobierno afirmaron que ya estaban en contacto con los principales fondos de inversión. Cerrada esta edición, fuentes cercanas a los fondos decían no tener noticias todavía del Gobierno. En tanto, en uno de los comités de acreedores señalaron: "Las noticias no son buenas"."Esto es una negociación con personajes muy...

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