Alberto Fernández intenta convalidar el ajuste con el apoyo de la CGT

Alberto Fernández y Martín Guzmán, con empresarios y sindicalistas, en Olivos, en 2020

Después de la festiva plaza de la derrota , Alberto Fernández se siente empoderado en su pulseada interna con Cristina Kirchner . Inauguró esta semana otra dinámica en la toma de decisiones con un inusual gesto de autonomía . Todavía a ritmo cansino, como si las urgencias económicas no acecharan, el Presidente buscó el apoyo en la CGT para blindar políticamente un primer borrador del plan plurianual y la ley de presupuesto que enviaría al Congreso la semana próxima y que imagina como hoja de ruta para la negociación de la deuda millonaria con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su próximo paso, con la ayuda de los gremialistas, será involucrar a la suscripción de la iniciativa a la Unión Industrial y otras cámaras empresarias de peso.

La tropa de sindicalistas que lo visitó el martes a la noche se retiró de la quinta de Olivos con una sensación ambigua. Por un lado, fue la primera vez que los dirigentes perciben a un Presidente "liberado" para decidir. La muestra más cabal fue que al día siguiente Carla Vizzotti recibió a la cúpula de la CGT después de varios meses sin respuesta para garantizarle fluidez en el reparto de fondos a las obras sociales sindicales , sobre todo, en el reintegro por discapacidad o de los tratamientos más costosos cuyos insumos muchas veces son en dólares. "Antes Alberto tenía que validar todo en el Patria, con Máximo o con Cristina, y a veces hasta con Massa", diferenció con satisfacción un jefe de la CGT que integró la comitiva.

La autonomía política se nubla cuando el debate se torna exclusivamente económico. En sus diálogos con referentes empresarios de la UIA y AEA, los sindicalistas abogan por un acuerdo con el FMI lo más pronto posible . Se lo dijeron al Presidente y al tucumano Juan Manzur durante el asado en el quincho de Olivos. No se concibe un escenario de default. En el Gobierno se comenzó a dar como un hecho el pago de US$ 1880 millones tres días antes de la Navidad para afrontar el vencimiento más cercano. El desembolso coincidirá con un diciembre caliente, con múltiples demandas internas : los piqueteros ya presionan por un pago adicional en los planes sociales y el incremento de bolsones de comida mientras que los gremios del sector privado y público gestionan bonos de fin de año, la excepción del medio aguinaldo del impuesto a las ganancias y piden la reapertura de las paritarias , en algunos casos por...

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