Albert Camus, en Buenos Aires: historia de un viaje breve y crucial

¿Qué hizo Albert Camus los dos días que pasó en Buenos Aires, el 12 y el 13 de agosto de 1949? No mucho, pero esa escasez es por sí misma interesante. Hay que imaginárselo recluido en una habitación de la casa de Victoria Ocampo en San Isidro, de la que sale a la noche para cenar con ella y escuchar grabaciones de piezas del compositor Benjamin Britten y poemas de Charles Baudelaire."Hay paz, provisional, en esta casa", anotó Camus en su Diario de viaje. Había adentro, pero no puertas afuera. El primer peronismo estaba en su esplendor. Camus llegó en una gira por Sudamérica para dictar conferencias, pero cuando anunció que el tema sería "la libertad de expresión" le dijeron que entonces debía pasar el filtro de la censura. El escritor francés se negó a dar la conferencia y rechazó toda invitación oficial.El doctor José Claudio Escribano recuerda una anécdota que le contó Luis Mario Lozzia, escritor y periodista de LA NACION. Según sus testimonio, Camus tenía planeado quedarse más días en Argentina, pero apenas llegó percibió la opresión de fascismo. "La atmósfera es irrespirable", dijo. Terminaba de escribir La peste, que no costó demasiado leerla en clave política. Pasaron 70 años y el manuscrito de la novela se expondrá la semana que viene en la Biblioteca Nacional."Tengo ganas de dormir hasta el fin del mundo", escribe en la habitación de la casa de Victoria. La relación entre los dos empezó antes de verse cara a cara. En los números de la revista Sur de marzo y abril de 1946, Ocampo había traducido y publicado la pieza de teatro Calígula. Como explica Eduardo Paz Leston en el prólogo a la correspondencia entre Ocampo y Camus recién publicada, para ella Calígula era una "alegoría de la dictadura" peronista.Ese mismo año, los dos coincidieron en Nueva York y ella vio que Camus daba una conferencia. Decidió ir para constatar si el autor se parecía a la obra. No hubo decepción. Terminada la charla, se presentó, de una manera brusca, pero inequívoca: "Soy su traductora. Sur. Buenos Aires. Calígula". Según Victoria cuenta en la sexta serie de sus Testimonios, "vimos Nueva York juntos". Los planes del viaje a Buenos Aires habían empezado.Pero antes, en el número triple de Sur (147/148/149) dedicado a la literatura francesa (enero, febrero, marzo de 1949), aparece "Desterrados en la peste", "capítulo de una novela en preparación", como se aclara en una nota al pie, en traducción de Lyly Cardahi de Ibáñez. El año siguiente, Sur, la editorial...

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