Aharon Aharon: 'En Israel, hoy, las madres quieren que sus hijos trabajen en la industria high-tech'

Hace medio siglo Israel era un pequeño país productor de naranjas y flores. Sus famosos kibutz (granjas colectivas) eran un símbolo de su tenacidad por sobrevivir y desarrollarse en medio del desierto. Hoy es reconocido como un centro de innovación global, exportador neto de tecnología, que cuenta con más patentes registradas y start ups creadas por habitante que ningún otro país. En 1984, su ingreso per cápita era de 7000 dólares; gracias a su visión high-tech hoy asciende a 37.000 dólares, el triple que el de Argentina.

El domingo pasado, durante el PuntaTech Meetup, el encuentro de tecnología que cada enero reúne en Punta del Este, a emprendedores, inversores y funcionarios de tecnología de Uruguay, la Argentina y otros países, LA NACION conversó con Aharon Aharon, fundador de Apple Israel y actual CEO de la Autoridad de Innovación del gobierno israelí. Antes de viajar a Buenos Aires para reunirse con el ministro Francisco Cabrera con el objetivo de dar impulso a un convenio de cooperación entre los dos países, Aharon contó cuáles son las claves que permitieron que Israel tenga el presupuesto más alto del planeta en investigación y desarrollo: 4,6% del PBI. Lo más significativo es que 4,3 puntos los aportan los privados y el Estado solo invierte el 0,3%.

-Llama la atención que la Autoridad de Innovación de Israel esté vinculada al Ministerio de Economía y no al de Ciencia y Tecnología.

-Esta agencia fue establecida hace 45 años. Siempre fue independiente, pero antes funcionaba dentro del Ministerio de Economía e Industria y actualmente es una agencia autónoma. Nunca fue parte ni del Ministerio de Educación que se ocupa de la educación y la investigación académica, ni del Ministerio de Ciencia que se ocupa de la investigación científica básica. Desde el inicio se concibió como una oficina que debía tener impacto económico sobre la industria. Desde los años 1970 se buscó tener un impacto positivo en la economía apostando a las inversiones en investigación y desarrollo (I+D) en ciencia y tecnología aplicadas.

-Una visión desafiante …

-Una visión única en su momento. Ningún otro gobierno estaba invirtiendo en I+D en el sector privado. El primer paso consistió en construir los programas y la cultura de cooperación público-privada. La idea inicial fue apostar a que la inversión en I+D en el sector privado generaría valor para toda la economía. Nuestros análisis demostraron que la creación de valor ha sido altísima: por cada dólar invertido por...

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