La inflación no sólo afecta a los bolsillos, sino también a los cajeros automáticos

En todo el mundo, de los cajeros automáticos se retiran, en promedio, 4,5 billetes por extracción. En Estados Unidos, por ejemplo, la cifra se ubica entre 5 y 6. Pero en la Argentina, por cada operación se sacan, en promedio, nada menos que 13 papeles.Además, 9 de cada 10 billetes que almacenan los cajeros llevan impreso el rostro de Roca o Evita, es decir, son de los que tienen la mayor denominación. Los datos fueron aportados por NCR, una compañía especializada en soluciones para la venta minorista y la industria financiera. Según sus informes, en 2012 se registraron 720 millones de transacciones, cuando hoy el promedio es de 100 millones por mes, sin tener en cuenta las realizadas en las terminales de autoservicio de los bancos.Con esas cifras, vale la pena preguntarse, una vez más, si no es hora de imprimir billetes de mayor denominación, lo que ahorraría varias visitas a los cajeros automáticos, significaría un menor costo para los bancos a la hora de transportar el dinero y reduciría el gasto fiscal vinculado a la emisión, entre otros beneficios. Pese a todo esto, para varios economistas, la decisión aún no se toma porque el Gobierno "no quiere terminar de reconocer la inflación".Las inversiones que hicieron compañías de seguridad privada como Prosegur y Brink's evidencian la proliferación de billetes que hubo en los últimos años. Este mayor número de papeles no sólo vuelve menos eficiente el trabajo, como advierte Néstor Morena, director comercial de Brink's, sino que también implica un mayor gasto para los bancos, que deben destinar más recursos que años atrás para recargar los cajeros.En Prosegur, dijeron a LA NACION que desde 2008 y hasta hoy creció en un 25% la flota de camiones y el número de trabajadores, y en un 30% las horas de trabajo. Y fuentes de Brink's afirmaron que la planta propia creció un 50% en equipamiento e instalaciones desde 2008. Tal como detallaron en Prosegur, mientras que en 2008 recargaban los cajeros ubicados por fuera de los bancos con $ 300.000, hoy el monto alcanza los $ 800.000.A los comerciantes, por su parte, el hecho de que más de 63% de los billetes sea de $ 100 (cuando en 2003 la cifra alcanzaba el 34%), también los perjudica por las complicaciones que tienen para conseguir cambio. Viven una situación similar a la de años atrás con las monedas, cuando no existía la SUBE.Además, para los consumidores también significa un problema llevar grandes volúmenes de dinero para comprar productos o abonar servicios...

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