ADN de crimen. Narcosecuestros y amputaciones, las nuevas formas de venganza de las bandas

Miguel Ángel Villalba, más conocido como Mameluco, una de las primeras víctimas de los narcosecuestros

Al joven, de 27 años, lo tenían atado a una silla, mientras uno de los cuatro soldaditos narco que lo habían tomado cautivo blandía un machete y le amputaba cuatro dedos de la mano derecha. Los agresores no tuvieron piedad y no se detuvieron a pesar de los gritos de la víctima . Mientras el mantel colocado sobre la mesa de caños se empapaba con la sangre del muchacho, el agresor del machete golpeaba y le cortaba las falanges.

La escena, en la que víctima, que solamente será identificada por sus iniciales, J. M. G, debido a que se negó a declarar en la causa judicial por miedo a la venganza de los narcos, tenía una pulsera plateada con detalles en dorado y un anillo plateado con forma de corona fue grabada con un teléfono celular por uno de los narcos que tenía secuestrado al joven en una casilla, sin puertas ni ventanas en la denominada Villa Sarmiento Chica, en la localidad de Billinghurst, en el partido de San Martín, que funcionaba como búnker de venta de droga.

Si bien parecería que la escena fue sacada de alguna miniserie o película sobre los carteles narco más sanguinarios de Colombia o México o de las maras salvadoreñas, la grabación de la amputación a machetazos de los dedos de la joven víctima tuvo como escenario una vivienda de la zona noroeste del conurbano. Esa casa fue usurpada por una organización narcocriminal y está a 23 kilómetros de la Casa Rosada si se toma el camino por avenida San Martín, primero, y por la antigua traza de la ruta 8, después.

J. M. G. había sido secuestrado porque se habría negado a entregar su vivienda para que los narcos instalen un puesto de venta de drogas. Como represalia, cuatro soldados de la banda lo tomaron cautivo durante dos días y le cortaron cuatro dedos. Mientras lo tuvieron privado de la libertad, los agresores grabaron las amputaciones para mandar un mensaje a todos los vecinos del barrio que decidieran enfrentarlos o denunciarlos .

Este hecho confirmó que los narcosecuestros se instalaron con fuerza en nuestro país, como una modalidad delictiva que creció durante los últimos tres años.

"La tipología preeminente en los casos ocurridos en 2021 y 2022, en todo el país, respondió a una ligazón de los secuestros extorsivos con el tráfico de estupefacientes u otras actividades ilícitas . En ese contexto, consideramos que la evolución de la problemática debe encender las alarmas de todos los...

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