ADN del crimen: la indefensión de Báez Sosa marcó la diferencia entre salir de prisión con algo más de 50 años o después de cumplir 70

Los ocho condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa

Para los jueces, los ocho condenados por el homicidio de Fernando Báez Sosa actuaron sobre seguro y sin correr ningún riesgo para ellos. Está situación que la ley define como alevosía constituyó uno de los agravantes que provocó que, a los cinco imputados que le pegaron a Fernando, los condenaran a prisión perpetua. Al consignar los fundamentos de la sentencia, los magistrados del Tribunal Oral N° 1, de Dolores, afirmaron que los asesinos de Fernando actuaron con alevosía por desvalimiento.

En el momento de asesinar al joven estudiante de Derecho la víctima se encontraba indefensa.

"Dicha circunstancia fue aprovechada por los acusados para asegurar el resultado sin correr riesgos. En efecto, ha quedado acreditado con el grado de certeza que requiere este pronunciamiento, que Fernando Báez Sosa murió como consecuencia de brutales golpes recibidos durante el breve ataque propinado por múltiples agresores luego de haber quedado inmovilizado, semiinconsciente, tras recibir los primeros golpes", sostuvo la jueza María Claudia Castro, en el primer voto de la sentencia.

Sus colegas, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia, coincidieron con los argumentos de la presidenta del tribunal y votaron de la misma forma en un veredicto condenatorio dictado por unanimidad.

"Desde que la víctima cayó al piso como consecuencia de los primeros golpes -momento en que gran parte de sus amigos se retiraron o fueron retirados del lugar- hasta que se produjo su muerte, se encontró en absoluto estado de indefensión", agregó la presidenta del tribunal para explicar la situación de vulnerabilidad de la víctima en el momento del ataque.

Los condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa. en el momento de ser esposados tras escuchar el veredicto

El hecho de que los magistrados consideraron probada la existencia de dos agravantes, la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, marcó la diferencia entre cumplir una condena de cincuenta años en la cárcel o la posibilidad de que los acusados pudieran acceder a la libertad condicional.

Al describir los fundamentos de la sentencia, los jueces explicaron cuáles eran las tres clases de alevosía. Se refirieron a la llamada "alevosía proditoria o traicionera", como aquella en la que el autor actuó de modo artero, al pergeñar una trampa o emboscada contra la víctima.

El segundo ejemplo citado por los magistrados fue la denominada "alevosía sorpresiva", que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR