ADN del crimen: un fantasma siempre se hace cargo del homicidio cuando el caso pierde el rumbo

Los rastrillajes no aportaron pistas sobre la desaparición de Guadalupe Lucero

En la historia penal argentina existen ejemplos de secuestros, desapariciones u homicidios en los que, ante la imposibilidad de encontrar a la persona buscada o de hallar pruebas contra los captores y asesinos, aparecen las videntes que desvían la investigación o los sospechosos que, de la nada, confiesan haber sido autores de esos crímenes. Se trató de acusados con problemas psiquiátricos que, al final del proceso, no pudieron ser condenados debido a que la patología que sufrían los convertía en inimputables. Pero resultaron funcionales para que la policía y la Justicia intentaran cerrar los casos . Eso ocurrió con el homicidio de Nair Mostafá, la niña de nueve años asesinada en la ciudad bonaerense de Tres Arroyos y, 31 años más tarde, con la búsqueda de Guadalupe Belén Lucero , la pequeña desaparecida el 14 de junio de 2021, en San Luis.

No pasó inadvertido que, mientras un grupo de fiscales federales y efectivos de la Gendarmería entrevistaban a los testigos de la desaparición de Guadalupe, en el barrio 544 Viviendas, apareciera esta semana en escena un muchacho, de 25 años y con una patología psiquiátrica, que se autoincriminó y dijo ante la policía de San Luis que había matado a la niña de seis años.

Gudalupe Lucero desapareció el 14 de junio del año pasado en el barrio 544 Viviendas, en San Luis

Esa confesión provocó conmoción en la policía puntana y movilizó a la Justicia provincial, que hizo pública la aparición del supuesto homicida. Sin embargo, Héctor Zabala, el abogado que representa al padre de la niña, relativizó el relato de ese hombre y agregó que una menor que estaba junto a Guadalupe cuando desapareció había aportado una versión que no estaba en el expediente. Según el letrado, en las últimas horas, durante la reconstrucción de la desaparición de la niña realizada por el equipo de fiscales federales, la menor apuntó a cuatro motos y a un hombre y una mujer que se llevaron a Guadalupe.

A pesar de la confesión, el sospechoso, que habría sido identificado como Sergio Ponce, no quedó detenido y fue internado en un instituto neuropsiquiátrico.

En las casos de Nair y Guadalupe tanto los responsables de la policía bonaerense como los jefes de la fuerza de seguridad de San Luis intentaron cubrir la inoperancia y desaprensión que expusieron cuando las madres de las niñas radicaron las denuncias con acusaciones a sospechosos que se sabía, desde el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR