Adiós al manual Kirchner: la orden de Javier Milei es ir en quinta a fondo hacia el centro del huracán

Nicolás Posse, jefe de Gabinete; Luis Caputo, ministro de Economía, y Mark Stanley, embajador de EE.UU. en la Argentina en un reciente viaje a Washington.

Doris Capurro entró un día envalentonada a la Quinta de Olivos. Buscaba hablar con Néstor Kirchner mientras agitaba una factura de Edenor que había recibido en su domicilio. La consultora política estaba indignada : quería pagar más por la luz y el gas, dos servicios claves en el andamiaje de la economía, que venían artificialmente bajos por los subsidios que pagaba el Estado. Creía que la clase media argentina toleraría el aumento a favor de un futuro de estabilidad.

Kirchner la desafió un día de 2010. Le pidió que hiciera una encuesta —la especialidad de Capurro en aquellos años— en Barrio Parque que demostrara que ella tenía razón. La consultora hizo el trabajo, pero el resultado le resultó sorprendente y apabullante : ocho de cada 10 personas creían que el Estado gastaba mucho, pero rechazaban, al mismo tiempo, que les aumentaran la luz y el gas.

Pese a su derrota, Capurro siguió intentando convencer a Kirchner, que nunca más le dio espacio a la propuesta tarifaria. Más aun: el kirchnerismo hizo del congelamiento de las tarifas de los servicios públicos y de los combustibles una de sus principales políticas de ingresos artificiales para ganarse el voto de una parte de la población. Néstor Kirchner y Julio De Vido convirtieron al congelamiento de los principales precios de la economía en su regla. A Milei le llevó menos de un mes hacer volar por el aire esos conceptos.

Javier Milei destrozó por completo en menos de un mes el libro rojo del kirchnerismo , que incluso tuvo una supervivencia no deseada en los meses más confusos del macrismo. Su orden es avanzar a toda máquina hacia el centro del huracán .

El planteo, uno de los más prolíficos en política al momento de cosechar rechazos y antipatías, como mostró el estudio encargado por Kirchner, no tiene nada de irracional: el objetivo del Gobierno es superar su epicentro a más tardar en marzo. La fecha no es ingenua.

El gobierno de Milei tuvo una producción generosa de ejemplos esta semana. El más importante: la petrolera bajo control estatal YPF se convirtió en la abanderada del capitalismo argentino . Es la definición propia de una paradoja, ya que la empresa fue utilizada históricamente para contener la suba de los combustibles, incluso en la gestión de Mauricio Macri, por recomendación de su jefe de Gabinete, Marcos Peña.

YPF aumentó la nafta 152% desde el balotaje hasta la semana pasada. Solo en el último mes, la suba rondó el 80%, de manera que el precio del litro se acerca al dólar, valor de...

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