Adiós a la boleta: el negocio de producir su propia electricidad

Si uno pudiera mirar de arriba el techo de las oficinas de la empresa harinera Gastaldi Hermanos, en el pueblo cordobés de General Deheza, la vería cubierta de rectángulos azules y brillantes. Son 30 paneles solares que generan el 35% de la energía que se consume en ese edificio. Gastaldi Hermanos es una de las empresas que, alentadas por la reciente implementación de la Ley de Generación Distribuida de Energía, completaron los pasos para "enchufarse" a la red pública de electricidad y venderle el excedente de energía generada.El sistema funciona del siguiente modo. La empresa hace la instalación y, en los momentos que no alcanza a generar toda la energía que necesita, la toma del sistema. En cambio, cuando genera más de la que consume, inyecta automáticamente el excedente en la red. Luego, los saldos se compensan en la factura eléctrica, lo que durante los primeros tres meses le significó a la cerealera más de $20.000 de ahorro solo en las oficinas.Según los registros oficiales de octubre pasado, en el país hay 48 usuarios-generadores (entre residenciales y empresas) con una potencia instalada de 430 kilovatios (kW). Esto significa el triple respecto del mes anterior, y para fines de noviembre se espera que se sumen otros 33 usuarios con 400 kW adicionales que ya tienen la instalación completa, pero están esperando el cambio de medidor por uno bidireccional, que registra tanto la energía que el usuario toma de la red como la que entrega. Además, hay 267 proyectos en trámite que involucran 2573 kW."El trámite para gestionar esto online lo lanzamos en marzo pasado. Hubo unos primeros meses de aprendizaje y la tendencia muestra que desde entonces no solo crecen exponencialmente los usuarios mes a mes, sino que cada vez se instalan equipos más grandes", dijo a LA NACION Ignacio Romero, director de Generación Distribuida en la Secretaría de Energía de la Nación.Antes de la sanción de la ley 27.424, aprobada en 2017, pero reglamentada e implementada recién este año, existían ya usuarios particulares que generaban energía, pero se trataba de una motivación fundamentalmente ecológica, porque no existía un método para aprovecharla al 100% y vender el excedente al sistema, aumentando el ahorro económico. La única forma de optimizar el uso de las instalaciones era hacer coincidir el momento de mayor generación con el de mayor consumo."Ahora, con lo que generás de día podés cubrir los consumos de la noche; usás a la red de batería, porque al final de...

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