Un acuerdo laboral auspicioso, pero limitado

El proyecto de ley de reforma laboral ha sido el resultado de una negociación tripartita, aunque con dos jugadores principales: el Poder Ejecutivo y la dirigencia sindical. Las opiniones empresarias o académicas tuvieron escasa relevancia al momento de lograrse un trabajoso acuerdo.

El primer escollo superado por el presidente Mauricio Macri fue que la CGT admitiera alterar lo que había sido convenido antes del triunfo electoral del 22 del mes pasado. Ya no se seguiría el criterio de normas laborales por sectores específicos, sino que se sancionaría una ley de reforma transversal y única para todas las actividades. Lograr esta aceptación de la dirigencia sindical ha sido una gran contribución a la racionalidad. Está ampliamente demostrado que es mejor gobernar con reglas generales y no con normas específicas para cada caso.

Sin embargo, lograr este cambio conceptual no resultó gratuito. Debieron resignarse algunos objetivos cuyo alcance hubiera sido importante para lograr una eficaz reforma laboral. Tal vez el más relevante, que quedó descartado, hubiera sido el de priorizar los acuerdos laborales a nivel de empresa por sobre los de actividad. Pero no será así. Se pierde de este modo la ventaja de acordar entre partes que tienen intereses convergentes, como ocurre entre empleadores y trabajadores de una misma empresa, unificando estos últimos la representación. Ambas partes desean optimizar la productividad como la única forma de mejorar los salarios reales. Unos y otros conocen los límites y desean potenciar la competitividad y el desarrollo de la compañía. Esta alternativa que tiene vigencia exitosa en muchos países, como Chile, reduciría el poder y el campo de acción de los sindicalistas que hoy gozan de una representación monopólica. Esto explica el contundente rechazo de esos dirigentes a la descentralización.

La ley proyectada define la categoría de "trabajadores independientes con colaboradores". Limita el número de estos últimos sólo a tres, con lo que esta categoría será muy poco representativa del mundo de las pymes. Por otro lado, el proyecto sólo se refiere a la simplificación del pago de aportes, pero no a la independencia de una unidad laboral de este tipo para fijar salarios y condiciones de trabajo. Sería conveniente incluir en el proyecto de reforma mayores detalles legales para esta categoría.

El aumento de la productividad y la competitividad deben ser el propósito esencial de una reforma laboral. Es la condición exigida...

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