Actrices intensas, drama intenso

"Una madre y una hija, una terrible combinación de sentimientos... Y de confusiones y de destrucción." Así sintetiza Eva, uno de los personajes de Sonata de ot oño , el germen de una historia que el cineasta y director teatral sueco Ingmar Bergman concibió para el cine en 1978 y que luego transformó en pieza teatral.Aquéllos eran años intensos y Bergman, un artista muy dispuesto a mostrar las relaciones de unos seres indefensos, infelices, que escondían unas miserias que confesaban golpeando con fuerza a los espectadores.Sonata de otoño se vio en Buenos Aires en 2002, interpretada por Leonor Manso y Virginia Innocenti con la dirección del español José Carlos Plaza en el Multiteatro. Ahora, vuelve a recuperarse con la dirección de Daniel Veronese y las actuaciones de Cristina Banegas, María Onetto, Luis Ziembrowsky y Natacha Córdova. Un elenco potente que desde hace cuatro meses busca apoderarse de un mundo sombrío, aunque cargado de exquisita teatralidad. El estreno se producirá en El Picadero el próximo viernes.Cristina Banegas y María Onetto acaban de termina un ensayo. Se las ve muy imbuidas en ese campo minado que resulta ser este texto, sin dudas destinado a intérpretes capaces de clarificar los múltiples dobleces que conforman a esos personajes: Charoltte, la madre; Eva, la hija.Fascinadas con el material, analizan con profundidad los oscuros planteos de Bergman, pero también son capaces de reírse con ganas cuando, en algunas salidas inesperadas, Banegas remata su discurso con expresiones como "Bergman tiene algo casi metafísico en un punto, en cuanto a la imposibilidad de alcanzar al otro, por lo tanto, de amar. Hay algo ahí muy hondo que, de verdad, nos da mucho placer estético hacer… y mucho moco, también".La trama de Sonata de otoño es simple formalmente. Charlotte, una destacada pianista, llega de visita a la casa de su hija Eva, a quien no ve desde hace varios años. El encuentro resulta terriblemente movilizador para ambas, ya que, a medida que avanza la acción, ellas dejarán ver dolores, resentimientos, ese profundo desamor con el que se relacionaron durante toda sus vidas."Desde la primera lectura sentí un gran impacto emocional por la forma en que está descripta esa relación, por lo que sucede entre ellas y la forma en que lo dicen –explica María Onetto-. Es una obra muy paradigmática por la forma en que toca el tema de las relaciones entre padres e hijos. Me impresiona que sea un hombre el que analiza este mundo femenino, y lo hace con...