Una actividad con el título de clandestina

La prostitución, el oficio más viejo del mundo, está regulada en todo el territorio argentino por la ley de profilaxis (N° 12.331), que especifica en su artículo 15 que se prohíbe en todo el país "el establecimiento de casas o locales donde se ejerza la prostitución o se incite a ella".La cuestión es que la ley prevé un castigo sólo a quien regentea esta actividad con un fin económico. Por tanto, quien ejerce la prostitución en una vivienda privada está desarrollando sólo una actividad clandestina a la que no le cabe sanción."Si bien la prostitución está prohibida, es una actividad clandestina que no tiene un castigo salvo para el que la regentea. Sin embargo, en la Capital, la fiscalía y el gobierno porteño trabajan en conjunto sobre la base de denuncias para hacer inspecciones en departamentos y comprobar las condiciones en las que viven las meretrices y, eventualmente, ordenar el cese de la actividad", dijo a La Nacion el fiscal porteño Luis Cevasco.Javier Miglino, titular de la ONG Defendamos Buenos Aires, dijo a La Nacion que esa entidad recibe a diario denuncias de vecinos por la existencia de prostíbulos en edificios privados. "Las zonas más afectadas son Belgrano, Palermo, Recoleta, Barrio Norte, Flores, Liniers, Constitución y Once. Hay un gravísimo problema con las casas usurpadas: primero copan una propiedad, luego se reparten las habitaciones y las del fondo las dejan para que funcione un «privado». Y las...

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