Números que acrecientan la inquietud

Podría sonar paradójico, pero en el encuentro organizado por la CERA por el Día de la Exportación, una de las palabras que más se pronunció fue importaciones. Es que quien conozca mínimamente la realidad del comercio internacional actual sabrá que hoy exportaciones e importaciones son como el yin y el yang. A lo largo de las exposiciones los números se encargaron de dibujar cómo será el camino hasta octubre de 2015: una ruta empinada y con varios escollos."Asistimos a una crisis en el manejo de nuestra deuda externa cuyo impacto dependerá de la duración del proceso de salida. Lo que sabemos es que la escasez de dólares se profundizará y que el financiamiento al comercio exterior y su costo se complicarán", dijo Enrique Mantilla.El presidente de la Cámara de Exportadores cree que "es urgente producir soluciones basadas en nuevas ideas mediante un proceso de cambios conciliables que no pasan por elegir entre un keynesianismo rudimentario o la austeridad ortodoxa sino por revalorizar en la agenda política a la exportación, la inversión y la energía para crear empresas sustentables y empleos productivos".Así como las importaciones resonaron en el salón del Hotel Plaza una y otra vez, la cuestión energética ocuparía, sin dudas, un lugar destacado en un ranking de menciones.Dante Sica, director de abeceb.com comentó que a pesar de que el mundo crece, la Argentina no logra acompañarlo, y señaló que el sector energético "juega en contra para una mayor expansión de las exportaciones"."Después de haber crecido a tasas de entre 6 y 9% entre 2004 y 2011, la Argentina creció 0,9% en 2012, 3% en 2013 y se estima que este año caerá entre 1,5 y 3%. Al mismo tiempo, las cifras para el mundo marcan un alza de 3,6%. El aumento de las exportaciones en la última década estuvo explicado por precios. Además de tener poco peso en cantidad, las exportaciones se mantienen rezagadas en términos de intensidad tecnológica, se primarizaron. Tienen una baja inserción mundial y atienden mercados menos sofisticados, además de perder alcance geográfico por su falta de valor agregado y competitividad", explicó.En un mundo donde los países desarrollados pierden peso en el comercio por los emergentes, la Argentina no recupera su participación relativa. Los números muestran una radiografía entre 1950 y 2012: desde el 1,90% que representaban en los comienzos siguió un continuo declive con la excepción de una recuperación en 1954 hasta llegar al 0,43% que representaron en 2012. Las proyecciones...

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