La absolución de Beliz, una buena noticia para la República

La absolución del ex ministro de Justicia Gustavo Beliz en la causa seguida por haber exhibido la fotografía del director de Contrainteligencia del Estado Jaime Stiuso echa una bocanada de aire fresco a las oscuras relaciones que se atribuyen a aparatos de inteligencia del Estado con áreas del Poder Judicial.Beliz debió sobrellevar un juicio que se prolongó por siete años y tomar medidas personales de precaución que lo llevaron a residir hasta ahora fuera del país. La denuncia que lo involucraba sostenía que había violentado secretos de Estado al divulgar la imagen de Stiuso en un programa periodístico de televisión. El choque entre ambos se había producido, y siguió potenciándose con los años, a raíz del seguimiento por parte de Beliz de hechos en los que había denuncias vinculadas con Stiuso: entre otras, las célebres grabaciones en el prostíbulo gay Spartacus, que tuvieron a maltraer al todavía juez federal Norberto Oyarbide, y censuras por parte de familiares de las víctimas del atentado contra la AMIA por la actuación en esa investigación de elementos vinculados con la Inteligencia del Estado.La defensa de Beliz se hizo fuerte desde el comienzo en la circunstancia de que Stiuso había participado de juicios orales y de que su imagen era, por definición, pública antes de las acciones imputadas. También se probó que era posible identificarlo a través de Internet. Así las cosas, nadie podría alegar sobre la base de su propia torpeza.El fiscal Jorge Di Lello, cumpliendo otra más que lamentable actuación, pidió cuatro años de prisión para Beliz sobre la base de la acusación formulada por Stiuso. Beliz le recordó haber dejado que se cerrara sin apelar un caso judicial sobre utilización de fondos que habrían salido de la ex SIDE para la campaña de Néstor Kirchner en 2003. Además, uno de los periódicos de la cadena oficialista de diarios había publicado sin firma la versión de que los miembros del Tribunal Oral N° 3, que finalmente lo absolvieron anteayer, recibieron dinero por la forma en que iban a actuar en este asunto. Sobre la base de esa escandalosa operación, Stiuso recusó a los camaristas Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo, pero la Cámara de Casación no hizo lugar al pedido de apartarlos de la causa, lo cual constituyó una calificación implícita de los fines del trascendido seudoperiodístico.En su última exposición ante los jueces, previa al veredicto absolutorio, Beliz recordó que, siendo ministro de Justicia y Seguridad...

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