Con un 99% de Beethoven no alcanza

Ludwig van Beethoven. Vida y obra, nunca al revés

Los que escribimos sobre nuevas tecnologías -una disciplina que ni es nueva ni carece de tradiciones- sabemos que es mala idea hablar del futuro . Pero bueno, a veces hay que equivocarse para avanzar. Así que ahí va. Un anticipo, una corazonada, un pronóstico.

Durante casi un año (desde el 30 de noviembre de 2022 ), y en rigor desde hace mucho más, Hollywood mediante , nos hemos ido convenciendo de que la inteligencia artificial en algún momento va a irrumpir brutalmente en nuestras vidas , o bien mediante un Judgment Day al estilo Terminator (que debería haber ocurrido el 29 de agosto de 1997 , si quieren la fecha exacta) o bien mediante una invasión pacífica, pero a la vez muy traumática, de máquinas pensantes que nos van volviendo cada vez más blandos y tontos .

Wall-E, el querible robotito chatarrero que encuentra a una humanidad reblandecida por la automatización y un planeta devastado por la contaminación

Ahora, con OpenAI , ChatGPT y el resto de las (pocas) corporaciones que tienen los medios para entrenar grandes modelos de inteligencia artificial generativa , la cosa se ha puesto en carne viva. Incluso los creadores de contenidos están preocupados. Los programadores. Los periodistas. Y por supuesto los políticos, porque ahora es posible crear fake news de una verosimilitud y realismo como nunca antes habíamos visto en la historia; como si la política fuera siempre honesta. Pero está bien, sé que hay dirigentes sinceramente preocupados por el efecto que estas tecnologías podrían tener sobre la democracia.

Es decir, existe el temor de que trabajos que creíamos que no podían automatizarse ahora puedan automatizarse, y adiós. Las máquinas compondrán música , escribirán guiones y artículos , actuarán en las películas y nosotros nos convertiremos, si tenemos los fondos para pagar el precio (de ese temita, sospechosamente, nadie habla), en espectadores pasivos . O los votaremos. Si nos dejan.

Por añadidura, esto recién empieza. Si con una supercomputadora que no es de las más potentes OpenAI revolucionó el mundo, ¿qué no podrán hacer las máquinas con 6, 9 o 12 órdenes de magnitud más de poder de cómputo? El niño que hoy empieza a hablar en unos pocos años es el joven Mozart. ¿O no es funciona igual con las máquinas?

Infinitamente divisible

Bueno, ese es el problema; no es exactamente así como funciona con las máquinas . Las máquinas pueden tener inteligencia artificial, pero no una vida...

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