El 60, la línea insignia que se reduce para seguir operando

Esta nota fue originalmente publicada el 10 de abril de 2019-----Chau 60, no digas que no te tuve en cuenta, canta Andrés Calamaro en su tema "Qué ritmo triste", que salió en 2000 en el disco El Salmón. Casi veinte años después, la más emblemática de las líneas de colectivos porteñas se despide de 12 rutas: de 19 pasarán a 7.El recorrido Constitución-Tigre-Escobar, grabado en los carteles de los colectivos y en la mente de los porteños, dejará de existir como tal: en los próximos dos meses y según el plan de la empresa, el único ramal que llegará a Constitución será el A, que unirá San Isidro con Barracas. Con la nueva disposición, la línea seguirá conectando la zona norte del conurbano bonaerense con la Capital, pero circulará mucho menos por esta última (la mayoría de los nuevos ramales llegará solo hasta Barrancas de Belgrano).Solo durante el año pasado, la línea 60 realizó más de treinta millones de viajes (según el análisis de la tarjeta SUBE), unos 82.000 por día. Fue la décima empresa en transporte de pasajeros de 2018 en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Mucho antes, supo ser la número uno.La más próspera de las líneas porteñas comenzó a decaer en los 90: con la quiebra de su empresa aseguradora, contrajo una deuda de 500 millones de pesos que terminó en una convocatoria de acreedores y la actual gestión del grupo DOTA.En diálogo con Marcelo Longobardi, el actual presidente de Monsa, Marcelo Paciutto, explicó que la empresa hoy es deficitaria y el cambio la hará "competitiva". Además descartó cualquier tipo de reducción de personal."El que nunca tomó esta línea no vivió en este país", sentencia Juan Carlos González, presidente del Museo del Colectivo Antiguo. Para él, hablar de "la 60" es mencionar un pedazo de nuestra historia. Y de la de él también: nacido en Barracas, creció entre estos colectivos. De chico jugaba frente a la cochera de Monsa (la empresa dueña de la línea), donde cada vez había más unidades. También era el colectivo que lo llevaba al colegio.Desde los cinco años viajaba solo hasta la escuela Güemes, en San Telmo. "Mamá me acompañaba hasta la parada y compraba el boleto. Yo me sentaba en el primer asiento, al lado del chofer. En la parada de la escuela me esperaba mi abuela. Cuando el conductor la veía me dejaba bajar", recuerda.González llama a la 60 "la gloriosa" y tiene motivos para justificarlo: "Fue la línea insignia del colectivo argentino. Una línea excepcional, en los 60 la llamaban la Internacional...

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