Cartas de lectores

La caída de la sojaA la excelente nota de Fernando Bertello, que describe la actual situación de la soja, quisiera agregar un elemento que considero relevante: la pésima política del Gobierno, que no sólo se refiere a la confiscatoria política de retenciones, que implica sacarle del bolsillo del productor el fruto de su esfuerzo para darle destinos dudosos. Como describe muy bien el señor Bertello, las consecuencias de los bajos precios de la soja tienen un efecto tremendamente negativo en el interior, en especial en todo lo vinculado con el agro y con las posibilidades de crecimiento de los productores. Pero la crítica ahora de la Presidenta a los productores con la clásica política de que los demás tienen la culpa pasa por alto que desde hace meses los precios del mercado señalaban una enorme plusvalía en el precio para las entregas cercanas (las de la producción argentina), comparado con las distantes como noviembre, que coincidían con la nueva cosecha americana. En esos momentos en el Gobierno nada se decía para orientar al productor a considerar esa enorme diferencia para vender su producción, y lógicamente ahora, frente a los hechos consumados, el Gobierno dice que no tiene la culpa, pero llora por las consecuencias de su ineficiencia reflejadas en un menor ingreso de divisas.Carlos Alberto GietzLE 4.056.496IndignadaYo quisiera saber, ¿cómo supone la Presidenta que se tienen que sentir muchos investigadores del Conicet cuando escuchan que el programa Fútbol para Todos va a recibir una actualización de 200.000.000 de pesos para el año que viene? ¿Cómo se tienen que sentir esos investigadores que en 2012 fueron beneficiados con un subsidio por tres años de 12.000 pesos por año para llevar a cabo sus investigaciones y que nunca se efectivizó sino hasta apenas un mes atrás (dos años más tarde) sin ningún tipo de indexación?También tenemos que escuchar que el Incaa otorgó subsidios de 1.000.000 de pesos para una película que nunca se realizó y nunca se rindió.Envié una carta para manifestar esta incongruencia al presidente del Conicet y hasta el momento no tuve respuesta. Pero funcionarios intermedios me repitieron casi con convicción la remanida frase: "¿Y que querés, si no hay plata?"Está claro que no hay plata para lo que no quieren que haya plata. Esto que ya todos lo saben. ¿Por qué no genera indignación? ¿Por qué lo aceptamos mansamente? Estoy convencida de que el problema de la Argentina no son los gobiernos sino el pueblo, que, anestesiado y...

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