Metrópolis

¿Campanas o casas verdes?Las campanas verdes que comienzan a multiplicarse en distintos barrios de la ciudad, se recordará, cumplen una misión muy específica para la higiene urbana: estos llamativos contenedores de basura concentran el material reciclable que los vecinos descartan, como el papel sin ensuciar, las botellas plásticas y de vidrio y las latas de aluminio, entre otros objetos.Esta suerte de definición sobre lo que allí deberían tirar los vecinos puede resultar reiterativa, pero no lo es, evidentemente. Un breve vistazo al interior de las campanas verdes permitirá certificar que allí se descartan bolsas con alimentos, piedras, productos electrónicos en desuso y hasta partes de un viejo mueble (porque, quizás, el mueble completo no entraba).Pero otra utilidad que pocos imaginaron para estos contenedores verdes –que tienen una puerta frontal– pudo comprobarse el jueves de la semana pasada en la calle Migueletes, entre el bulevar Olleros y Gorostiaga, en Palermo.Cerca de las 10.30, se abrió la puerta de la campana verde apostada allí y desde el interior apareció un hombre. Así es, nomás. Una persona que vive en la calle había aggiornado su morada circunstancial con algunos cartones. Durmió sobre ellos y así pasó la noche. "Es común ver a gente que los usa como casa, porque no hay basura con olor; ellos no tienen la culpa", decía una vecina. Mientras, el señor de unos 40 años abandonaba su "casa"; la campana...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR