Borges, accidental celestino de Girondo

En 1926, la encantadora pelirroja Norah Lange comenzó a acaparar toda la atención de su primo Jorge Luis Borges, siete años mayor. La pareja salía a caminar por el barrio de la joven, lejos de las miradas de doña Berta, que tenía cinco hijas, pero sólo dos ojos. Norah daba algunas señales de interés, pero la relación no traspasó la barrera que separa la amistad del noviazgo por la timidez del escritor. Las ocasiones de lanzarse a la pileta del amor fueron varias. Sin embargo, para Borges los paseos por el barrio no eran suficientes y esperaba su oportunidad, es decir, un escenario que le permitiera envalentonarse. Ese momento ansiado llegó el sábado 6 de noviembre a la mañana. En la Sociedad Rural Argentina de Palermo, Ricardo Güiraldes sería agasajado por el éxito de su obra cumbre. La reunión se denominaba Fiesta de Don Segundo Sombra. Al respecto, es interesante la mirada de Borges. Notó que a partir de este trabajo, Güiraldes se mostraba menos francés y más criollo, empleando palabras como velay, ahijuna y otras. "Se agauchó", le contaría Borges a su amigo Bioy, años más tarde.La madre autorizó la salida. Norah Lange y su hermana Ruthy podían asistir a la fiesta si lo hacían acompañadas por Jorge Luis. ¿Sería ésta la oportunidad para que Georgie asestara el golpe final y se apoderara del corazón de Norah? Para la codiciada pelirroja, su existencia se dividiría en un antes y un después de aquella reunión. Pero no por Borges. Esa mañana, Norah Lange (de 20 años) conoció a...

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