En reserva, la Cámpora busca ampliar su poder en la Cancillería

El sueño de La Cámpora de avanzar hacia una "Kancillería Nacional y Popular", como la llaman, está intacto. En forma sigilosa, los jóvenes kirchneristas analizan varias alternativas tendientes a concretar una amplia reforma en el actual Servicio Exterior de la Nación (SEN) con la idea de restarles el máximo de poder a "los diplos", como denominan despectivamente a los funcionarios de la carrera diplomática.Por medio de una seguidilla de y a través de charlas informales, encumbrados referentes de La Cámpora como la embajadora argentina en los Estados Unidos, Cecilia Nahón; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Bianco, y varios secretarios de la Cancillería, como Verónica Encinas Esquivel o Virginia Lynn, entre otros, impulsan una profunda .Según confirmaron a LA NACION siete fuentes calificadas de la Cancillería y por lo que revela el intercambio de correos electrónicos de los referentes camporistas en la Cancillería, crece con fuerza la apuesta de máxima de reformar la ley del servicio exterior, emitir un decreto para cambiar el sistema de ingresos de los futuros diplomáticos, darles categoría de cargos consulares a funcionarios políticos y designar más embajadores políticos, específicamente del área del ministro de Economía, Axel Kicillof.En las charlas reservadas y en los mails, los camporistas revelaron que "sería bueno repensar las principales ideas para modificar la ley del SEN y la reforma de contenidos del ISEN [Instituto del Servicio Exterior de la Nación]". Pero al ver que sería complejo impulsar una reforma de la ley, propusieron abocarse "al reglamento" de la normativa del servicio exterior, según se desprende de los últimos correos que se filtraron en el Palacio San Martín.También se advirtió en otro mensaje cifrado que el malestar con los funcionarios de carrera es tajante: "Ya no me trago a los diplos", escribió un encumbrado camporista de la Cancillería a sus pares. Para que no queden dudas del ánimo imperante, la embajadora Nahón destacó que "acá [por la Cancillería] estamos en una GUERRA [sic]".Los rumores, mails y comentarios de esas charlas llegaron a oídos del propio canciller, Héctor Timerman, que hasta ahora no dio señal alguna de resistencia. De hecho, avaló el avance de los jóvenes de La Cámpora en el área económica de la Cancillería, habilitó retiros anticipados de funcionarios de carrera y permitió que haya camporistas en varias embajadas argentinas. Todo esto fue acompañado por el amedrentamiento...

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