Contribuyó a la evolución del género

Con Gerard Mortier desaparece una personalidad que marcó todo un momento en la cultura occidental. Para los que amamos el teatro musical, su importancia residió en su empecinamiento por considerar la ópera como un género vivo. Entendió la necesidad de que el teatro musical siguiera vigente a partir de la creación de nuevas obras y nuevos espectáculos. En Salzburgo, en Ruhr, en Madrid fue el responsable de creaciones operísticas que contribuyeron a la evolución. Sabía que el género podría sobrevivir sólo si se componían nuevas óperas, y hay que pensar en los encargos que le hizo a Kaija Saariaho o hace poco Secreto en la montaña de Charles Wuorinen. Por otro lado, llevó también la evolución a la puesta en escena. Se lo acusó de iconoclasta y de no entender la ópera. Yo pienso que, al contrario, la vigencia de Portier pasó también por la creación de nuevos públicos, algo que hoy es muy importante. En todos los teatros en los que trabajó, logró que se bajara el promedio de edad de los asistentes. Su aporte es invaluable.

Mi relación con...

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