Un modelo que agobia: el mal momento de las economías regionales

Agobiada bajo un peso que ya no puede soportar, la hormiga dobla sus patas y se resigna a la idea de que esta vez su aporte de alimento a la comunidad será menor que el de otros tiempos. Así están en la Argentina actual las economías regionales, que un día fueron valuarte de la bonanza productiva y exportadora del país, pero que ahora se asfixian bajo una inflación galopante, un tipo de cambio atrasado, una presión impositiva creciente y regulaciones al comercio que entorpecen su actividad.Verónica Sosa, especialista en economías regionales en la consultora Economía y Regiones, dice que luego de la salida de la convertibilidad estos sectores tuvieron una época dorada, pero en los últimos cinco años comenzó a complicarse su situación y se produjo un debilitamiento en líneas generales. "Cayeron todas las exportaciones regionales, debido a una menor producción por suba de costos, alta presión impositiva, tipo de cambio desfavorable e incertidumbre sobre la rentabilidad", explica Sosa.Algunas cifras reflejan esta realidad. Según datos de la Copal (cámara que agrupa a la industria alimenticia), las exportaciones de alimentos y bebidas cayeron en 2012 un 3,9% en valor, respecto de 2011, mientras que la producción cayó 10 por ciento. Esa tendencia se mantuvo este año: de enero a mayo, las ventas externas cayeron 2,11% en valor, frente a igual período de 2012, mientras que la producción se redujo 4,6 por ciento.En contra de lo que pregona el Gobierno, el mal momento de las economías regionales ha dado paso a una concentración de las ventas externas locales. Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, destaca que las exportaciones argentinas consolidan una dependencia de sectores en manos de grandes empresas y dejan a los sectores con mayoría de pymes, como los propios de economías regionales, en lugares de menos preponderancia y con menor incidencia que en 2005.Así, mientras que en 2005 el país exhibía una menor concentración de sus exportaciones y los primeros cinco rubros exportables (residuos de la industria alimenticia, cereales, material de transporte, grasas y aceites, químicos) no llegaban a representar 40% del total, en 2010 ya mostraba una dependencia mayor de esos rubros (47% del total), algo que se mantiene hasta hoy.Antonio Solimeno afirma que está en el peor de los mundos. Es empresario pesquero en Mar del Plata y jura que las cuentas no le cierran. "En estas condiciones, la rentabilidad no existe", se queja. Según recuerda Oscar Fortunato...

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