Exigen los BRIC más influencia global

SANYA, China.? En una exhibición del creciente poderío económico logrado tras la crisis financiera global, los presidentes del grupo BRIC (Brasil, Rusia, la India, China y ahora Sudáfrica) exigieron ayer, en una cumbre celebrada en esta ciudad, un sistema monetario mundial menos dependiente del dólar y mayor influencia en la toma de decisiones de instituciones multilaterales internacionales.El mensaje puede resumirse de la siguiente manera: tenemos la plata, ahora queremos el poder que viene con él.En su declaración final, este grupo de potencias emergentes, que representan un 40% de la población mundial (3000 millones de personas) y un 18% del PBI del planeta, dijeron que la reciente crisis financiera expuso las insuficiencias del actual orden monetario, que tiene al dólar como su eje."[Lo que se necesita es] un sistema internacional de reservas de divisas de base amplia que brinde certidumbre", afirma el documento, firmado por el jefe de Estado chino, Hu Jintao; el presidente ruso, Dimitri Medvedev; el primer ministro indio, Manmohan Singh; la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, y el sudafricano, Jacob Zuma, presentes en el encuentro.La declaración es una crítica a lo que el BRIC considera un descuido de Washington ante sus responsabilidades monetarias mundiales. Los miembros de este grupo creen que los enormes déficits comercial y presupuestario de Estados Unidos depreciarán aún más el dólar y promueven su sustitución paulatina por los derechos especiales de giro (DEG), una unidad contable y activo de reserva del FMI, cuyo valor se fija en función de las cotizaciones del dólar, el euro, la libra y el yen.La disconformidad con el dólar se acentúa en momentos en que los países emergentes, con sus tasas de interés elevadas para frenar la inflación, se han convertido en imanes para los capitales. Estos buscan allí una rentabilidad mayor que la de los países industrializados, que ubicaron las tasas en sus mínimos históricos para salir de la recesión.Pero ese arribo masivo de capitales valoriza en exceso la moneda de los países emergentes, lo cual alimenta la presión inflacionaria y afecta la competitividad de sus exportaciones, especialmente en países de cambio flotante, como Brasil. El gobierno brasileño ya adoptó varias medidas para esterilizar esa llegada incontrolada de dinero, como un impuesto del 6% a los préstamos de corto plazo de bancos y empresas fuera del país.China, por su parte, se protege de ese fenómeno dejando un escaso margen de flotación...

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