25 años de Nordelta. El plan original, las dudas sobre su nombre y la discusión entre sus fundadores: ¿una ciudad parecida a La Plata?

Nordelta Eduardo Costantini

La idea original nació en la mente brillante del ingeniero italiano Giuliano Astolfoni. En 1972 se propuso construir una ciudad nueva, desde cero. Un núcleo urbano "como La Plata", pero desarrollado de forma privada. Compró un campo a 30 kilómetros de Buenos Aires, en la zona norte, y presentó su proyecto a las autoridades de la Provincia de Buenos Aires. El trámite (la creación del masterplan y su aprobación por parte del Estado) se demoró exactamente 20 años. Después, a través de un amigo en común, encontró el socio perfecto: Eduardo Costantini. Juntos construyeron el proyecto más ambicioso de sus vidas: la "ciudad-pueblo" que llamaron Nordelta.

Durante la crisis de 2001, para no detener las obras, Eduardo Costantini prestó 25 millones de dólares a Nordelta.

"El nombre nos sonaba raro"

Veinticinco años después, en aquél campo de 1750 hectáreas viven más de 50 mil personas. Y la tierra se vende como "el metro cuadrado más caro de la Argentina". Julián Astolfoni, quien fuera presidente de Supercemento y Dragados y Obras Portuarias , murió el 14 de octubre de 2017, a los 94 años. Pudo ver cómo su sueño se hizo realidad.

Eduardo Costantini construyó su casa en Nordelta para seguir de cerca el crecimiento de su "ciudad-pueblo". Estuvo en cada detalle. Ahora, en charla con LA NACION, revive con mucho orgullo su historia.

-Se cumplieron, hace días, 25 años del comienzo de las obras en Nordelta.

-Exacto. En septiembre de 1998 empezaron las obras y la primera casa se terminó en el 2000.

-¿Cómo llegó usted al proyecto Nordelta?

-Me enteré que había una fracción de tierra muy grande, que estaba cerca de Buenos Aires, y que pertenecía a una persona que decían que era un poco excéntrica o difícil acceso: el ingeniero Julián Astolfoni. Nos reunimos en una oficina de Consultatio, en Catalinas, y en ese encuentro los dos tuvimos la misma concepción de Nordelta. Coincidimos desde el primer instante en que lo extraordinario de Nordelta era el tamaño, la escala, y que teníamos que desarrollarla como un todo.

Julián Astolfoni, falleció el 14 de octubre de 2017, a los 94 años, el ingeniero nació en Italia y llegó a la Argentina de joven. En el país se dedicó a la construcción y desarrollo de grandes obras. En la imagen, a sus espaldas, una vista aérea de Nordelta

-Sobre el nombre, ¿siempre fue Nordelta?

-Lo que pasó fue que la sociedad se llamaba Nordelta y cambiar el nombre era un lío. No nos gustaba porque nos sonaba a una flota mercante o una cosa rara... Y "delta" no lo queríamos porque está asociado a los mosquitos. Pero, en definitiva, la calidad del contenido transforma. Si uno piensa en montar una fábrica automotriz, ¿le pondría Mercedes Benz? Probablemente no.

Toda la obra de ingeniería, de dragado para la formación de las lagunas, estuvo a cargo de Astolfoni. En el desarrollo de Nordelta se movieron 22 millones de metros cúbicos de tierra y se asfaltaron 81 kilómetros entre calles y ruta.

"Una ciudad parecida a La Plata, con edificios y demás"

-Tras aquella primera coincidencia que tuvo con Julián Astolfoni sobre cómo desarrollar Nordelta, ¿llegaron después las diferencias?

-Julián tenía en su cabeza una ciudad con mayor densidad y yo pensaba en una ciudad de menor densidad. Él tenía la idea de una ciudad más parecida a La Plata, con edificios y todo lo demás.

- ¿Cómo formaron la sociedad?

-Al principio yo quise tener un porcentaje mayor al 50 por ciento porque mi padre siempre me decía "nunca te asocies 50 y 50 porque si hay diferencias nadie decide, se produce una anarquía". Cuando le dije a Julián que quería más del 50, él se negó. Y nos terminamos asociando 50 y 50 [risas] Mi padre ya no vivía... El acuerdo fue que cada uno de nosotros íbamos a manejar su fortaleza: la mía era la parte comercial y financiera, mientras que la suya era la construcción. Acordamos también que íbamos a rotar la presidencia. Después, cuando yo terminé la primera presidencia, Julián me dijo que quería que siguiera yo. Siempre me dejó la presidencia de Nordelta.

Una imagen de 1998. Eduardo Costantini junto a Julián Astolfoni (derecha), cuando iniciaron las obras de Nordelta. Cuando el ingeniero italiano...

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