1000 Millas: una carrera que se mezcló con el paisaje del Sur

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Los autos clásicos de las 1000 Millas Sport se fusionaron con el paisaje de la Cordillera durante tres días, entre los picos aún nevados, el amarillo intenso de las retamas y el verde de los bosques que caracteriza la región.

Un Bentley 3 Litres de 1924 fue el modelo más antiguo de esta competencia, de la que participaron casi 30 marcas diferentes, seis tripulaciones extranjeras y dos binomios femeninos a bordo de los 156 autos clásicos. Y una vez más vez despertaron la curiosidad de residentes y turistas entre el jueves pasado y anteayer. La 27» edición de la carrera más prestigiosa de autos clásicos en la Argentina planteó un recorrido que abarcó Bariloche, Villa La Angostura, San Martín de los Andes y las Termas de Puyehue, en Chile.

Claudio Scalise y su copiloto Daniel Claramut, con un Alfa Romeo 6C 1750 GS de 1931, se llevaron el premio mayor de la competencia. El piloto suma cuatro victorias y se posicionó en el "álbum de oro" de las 1000 Millas.

Los ganadores de la competencia se conocieron en su época universitaria y en 1998 volvieron a encontrarse por su pasión por los autos.

"Ésta es mi cuarta victoria en las 1000 Millas, pero la primera con Daniel de copiloto. Quería ganarla con él y esta vez pude. Así se cierra un ciclo muy importante para mí", dijo Scalise durante la cena de gala que coronó la carrera.

Las 1000 Millas fue la última carrera válida del Campeonato Argentino Sport Histórico de Regularidad que fiscaliza el Automóvil Club Argentino. En el podio estuvieron varias tripulaciones según cada categoría y entre las mujeres la copa se la llevó la dupla de Valeria Beruto y Pilar Hermida Lozano que corrieron a bordo de un Triumph TR2 de 1955.

En la carrera también participó Juan Manuel Fangio II, el sobrino del quíntuple campeón, en un Porsche 356 C de 1965, pero no logró estar en el podio.

Joyas sobre ruedas

La competencia comenzó el jueves pasado con casi 500 kilómetros de recorridos en medio del viento, la lluvia incipiente y un deslumbrante paisaje patagónico que las tripulaciones comenzaron a disfrutar desde temprano; más específicamente, a las 7.30, cuando el antiguo Bentley, piloteado por Máximo Bacanelli, atravesó la largada en la explanada del hotel Llao Llao.

La carrera tuvo que sortear de inmediato una protesta del sindicato gastronómico que se había apostado con carteles y banderas a seis kilómetros de la largada, sobre la avenida Bustillo, para expresar un viejo reclamo sindical sin...

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