A 10 años de una final histórica y polémica

PARÍS.– Nadie podrá omitir Roland Garros 2005. Muchos menos los españoles y argentinos. Hace una década, con 19 años recién cumplidos, Rafael Nadal, con camiseta sin mangas y el pelo casi a la altura de los hombros, logró la primera de sus nueve Copas de los Mosqueteros. Allí empezó a reescribir la historia sobre el polvo de ladrillo. La víctima fue Mariano Puerta. A diferencia del mallorquín, el cordobés tenía 26 años y un historial de celebraciones, disgustos y momentos límite. Ese jugador que llegó a la definición en el Bois de Boulogne era el mismo que había sido sancionado por nueve meses por doping (clenbuterol) en 2003, el que engordó 15 kilos durante la inactividad y el que salvó su vida al lograr salir airoso de un ascensor en una torre de Belgrano, instantes antes de que la máquina se desplomara al subsuelo. También el que había ganado tres ATP (Palermo, Bogotá y Casablanca), disputado seis finales y alcanzado el puesto 18º.

"Cuando llegué a Roland Garros en 2005 fui partido a partido, pero era consciente de que si mantenía el nivel podía ganar. Era joven, tenía energía de sobra y era capaz de llegar a pelotas difíciles y devolverlas con intensidad", rememoró Nadal, hoy toda una leyenda del deporte. "La final fue muy difícil, pero físicamente me sentía increíble", añadió el tenista que aquel 5 de junio, como cuarto preclasificado, se impuso por 6-7 (6), 6-3, 6-1 y 7-5. A Puerta le permitió embolsar un premio económico importante y avanzar del puesto 37º al 11º, meses después de haber sido 440º por la sanción. Antes de la final se habían enfrentado en dos oportunidades, y en ambas había triunfado Rafa: Umag 2003 y Acapulco 2005. En el Philippe Chatrier, Puerta hizo todo lo posible, pero el destino estaba escrito y Zinedine Zidane le entregó el trofeo al español. Igual, la prensa internacional elogió a Puerta.

A los pocos meses se produjo un cimbronazo en las redacciones del mundo: Puerta dio positivo de etilefrina, un estimulante, en el control que le efectuaron tras la definición con Nadal. El diario francés L’Equipe denunció el positivo en primer término, en ese momento desmentido por el zurdo mientras jugaba en Tokio. Inmediatamente, las malas noticias se ampliaron en las páginas de La Nacion, donde se añadió que no era sólo uno el positivo argentino en París, sino dos, ya que al doblista Mariano Hood se le había hallado finasteride. En diciembre de 2005, y al tenerse en cuenta la reincidencia, Puerta recibió una sanción de ocho...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR