Cristinópolis

"Además de la solidaridad, siento un poquito de bronca e impotencia."(De Cristina Kirchner, tras la nueva tragedia ferroviaria.)Dijo, pero supo a poco. Cristina se muestra como mera observadora de la realidad que no le gusta, de esa que la pone en riesgo político. Cuando fueron las 51 muertes de Once, habló un año después y la comparó con sus tragedias familiares. Con las últimas inundaciones, con todavía más muertos, hizo lo mismo en medio del desastre: les contó a las víctimas lo que ella había vivido hacía más de 40 años en la misma zona de La Plata.Acostumbrada a reescribir su propia historia -cuando no la ajena-, interpreta los datos objetivos como oscuras conspiraciones, como incomprensibles sopapos de un destino que no la comprende ni valora. La lista es larga: las corporaciones y los "medios hegemónicos" no oficialistas que acechan el modelo, los fantasmas que vendrán por los consumidores "si no se organizan" para vigilar los precios que su gobierno no parece poder controlar; la Justicia miserable que se atreve a obstaculizar sus decisiones y a investigar a sus funcionarios; los compañeros de ruta partidaria que no la defienden, y hasta el mundo que, con su caída, contraría el milagro argentino de la "década ganada".Su reacción ante esta nueva tragedia ferroviaria no sorprende. En su concepción...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR