El Estado seduce como empleador

"En los años 90 parecía claro que era más ventajoso trabajar en la actividad privada que en la estatal. Hoy, la situación está mucho más discutida." Así resume Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, la situación del empleo.Mientras los organismos públicos tienen un salario base parecido al de las compañías privadas, y en algunos casoso menor, las empresas públicas y los entes autárquicos se caracterizan por pagar más que bien.Fernando Straface, director ejecutivo del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), da algunas precisiones: "En el empleo público, los puestos gerenciales de dirección en el nivel nacional tienden a estar por debajo de los de similar responsabilidad en el sector privado. Se calcula que la alta gerencia pública en la Argentina percibe un 35% menos que sus pares en el sector privado. En los últimos años esa brecha mejoró, pero sigue existiendo. Pero eso no sucede en estos puestos en organismos descentralizados que tienen más autonomía para definir sus escalafones".Según el profesional, en los niveles iniciales y medios "es donde el Estado paga muy bien, incluso mejor que en el ámbito privado. Por ejemplo, el Estado es un muy buen primer empleador para un profesional joven, lo que no quiere decir que después haya una carrera estructurada que asegure el crecimiento".Straface detalla que un joven profesional recién recibido puede aspirar a ganar 5500 pesos si ingresa en el plantel estatal. "Si se compara con un abogado recién recibido que ingresa a un estudio grande con un sueldo que no llega a $ 3000, el salario es excelente. Por otro lado, un profesional medio, con algo de experiencia y alrededor de 30 años, está ganando entre $ 8000 y $ 9000 pesos, algo que no está nada mal". El director ejecutivo de Cippec ve, en este momento, excelentes oportunidades para jóvenes sociólogos, economistas y licenciados en Ciencias Políticas.En el imaginario popular, ser empleado público tiene algunas características propias, algunas envidiables y otras no tanto: que tienen sueldos más altos que los empleados del sector privado (aunque algunos piensan que tienen una remuneración menor), que entran por ser familiar de o amigo de, que no los pueden echar.La primera hipótesis entonces es cierta: en promedio, quienes trabajan para el Estado ganan un 15% más que quienes están en la actividad privada. El doctor Víctor Beker, director del sitio elsalario.com, gestionado por la...

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